Intensa sequía. Numerosas reses se perdieron con la peor sequía de los últimos 70 años, registrada de 2010 a 2011. La situación fue devastadora en La Laguna de Mayrán, como esta imagen de junio 2011.
Granizo en verano, lluvia que en minutos alcanza récords históricos, calor seguido por tormentas eléctricas, sequías prolongadas, en la región Lagunera se han registrado fenómenos extremos que parecieran indicar que existe un cambio climático.
Sin embargo, el concepto no es del todo aceptado entre autoridades y agricultores, a pesar de que en la región se cuenta con líneas de trabajo en función de contrarrestar esta problemática, que van desde la implementación de biodigestores, el desarrollo de energías renovables y las estrategias de bajo carbono.
José Abad Calderón, meteorólogo en la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explicó que en los últimos años se han observado cambios importantes en la precipitación, así como en las temperaturas máximas y mínimas extremas.
Por ejemplo, en el 2011 hubo una sequía donde se registraron 210 milímetros de lluvia en Torreón, mientras que en Matamoros, que está a 17 kilómetros de distancia, fueron solamente 11 milímetros los captados durante todo el año.
Antes de eso, se registró la peor sequía de los últimos 70 años, que abarcó de 2010 a 2011. A partir de 2012, la precipitación se ha incrementado, al grado de que en los últimos dos años se han reportado lluvias extraordinarias. El pasado 29 de julio se registraron 92.8 milímetros en una hora, arriba de una tercera parte de lo que suele captarse en todo un año en la región.
"Estos cambios tan drásticos no se habían dado en la Comarca Lagunera, siempre el cambio de un año con sequía a uno muy lluvioso era gradual, ahora son más bruscos, más evidentes de un año a otro, estas condiciones también se han presentado en las temperaturas", explicó Calderón.
En 2011, se reportaron 8.5 grados centígrados bajo cero, y por otro lado, se registraron máximas históricas de 44.4 grados centígrados de 2011 a 2013.
Lo común en invierno es que se presenten temperaturas de 1 a 3 grados centígrados bajo cero, pero no se ha vuelto a registrar una helada tan extrema. Incluso se presentan inviernos cálidos en los que no se alcanzan los cero grados centígrados.
Otro fenómeno significativo fue en abril de 2011, una granizada importante, a la par de un tornado que se registró en Matamoros lo que derivó en vientos de hasta 140 kilómetros por hora, que son los más fuertes de los que se tiene reporte.

CICLOS
El meteorólogo señaló que la Comarca Lagunera tenía ciclos que se presentaban en cuanto a las temperaturas extremas o la sequía, pero algunos se han roto.
Por ejemplo, en los últimos tres años se han registrado temperaturas bajo cero constantemente y en las máximas, era muy poco común alcanzar los 44 grados, pues ello sólo había ocurrido en dos ocasiones en 40 años, pero hubo tres años consecutivos recientes donde se rebasaron fácilmente estas temperaturas.
Por otra parte, la temperatura media en la región se ha mantenido en 35 grados centígrados, en promedio, en el verano, y de 22 grados en el invierno, lo que no ha implicado un cambio considerable el clima extremo.
"Es muy común que en la Comarca Lagunera se presenten de 30 a 40 días con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados, sin embargo, en los últimos tres años que se han registrado temperaturas de 44 grados o más, solamente en 15 ocasiones se superaron los 40", explicó.
En el presente año, solamente hubo un día con más de 40 grados, el 23 de mayo se registraron 40.5 grados centígrados, por lo que este año se considera menos cálido que anteriores.
En cuanto a temperaturas mínimas, en 2015 no se registraron grados bajo cero, y en 2014 fue una sola vez.

¿ES REAL?
Para el meteorólogo, los cambios en la región Lagunera se deben al crecimiento de la mancha urbana, la modificación del entorno por los propios seres humanos, el aumento en la tala de árboles, lo que ha generado alteraciones en el clima.
Francisco Valdés Perezgasga, investigador y ambientalista de Encuentro Ciudadano Lagunero, explicó que el cambio climático se refiere a un fenómeno a largo plazo, mientras que el cambio del tiempo pasa día a día, sin embargo, indicó que los climas extremos que se han presentado sin duda se convierten en datos del cambio climático.
"El cambio climático que se está dando en el planeta Tierra se adjudica a la quema de combustibles fósiles, a raíz de la revolución industrial y hasta nuestros días, está causando que se caliente el planeta, en promedio, y a nivel local, hay una disfunción en el clima que se expresa como fenómenos meteorológicos extremos", explicó.
Esto se refiere a temperaturas máximas o mínimas extremas, granizo y lluvias fuera de temporada, huracanes, lo que se pronostica sea cada vez más frecuente, conforme se agrave el problema ecológico a nivel global.
El ambientalista consideró que la región Lagunera contribuye a la producción de gases de efecto invernadero en forma significativa, por actividades como el uso excesivo del vehículo, la generación de energía eléctrica a partir de combustibles fósiles y, sobre todo, la producción agropecuaria.
"La ganadería está considerada como la principal fuente de emisión de gases de efecto invernadero por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), es sorprendente y esto se debe a que el ganado produce mucho gas metano, que contribuye 23 veces más que el bióxido de carbono al calentamiento global", indicó.
En este sentido, en años anteriores hubo un fomento importante a la construcción de biodigestores, pues el gas metano que produce el estiércol del ganado puede ser aprovechado para la generación de energía, sin embargo, solamente el 5 por ciento del metano se produce a través de la descomposición del excremento, mientras que el resto lo emite por boca y cola.
VULNERABILIDAD
Un factor determinante de la vulnerabilidad social en México es la pobreza. De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la mitad de la población en México vive en condición de pobreza y se estima que 68 % de la población ha sido alguna vez afectada por desastres, pues habitan en viviendas precarias y zonas de alto riesgo ante desastres climáticos, como laderas de montañas, barrancas o zonas susceptibles de inundación (orillas de los ríos o en planicies con baja permeabilidad).
Aunado a lo anterior, el sector agropecuario se encuentra estrechamente vinculado a las actividades cotidianas de la población mexicana y además de ser una fuente de ingresos importante también es vital para la alimentación de las personas. Éste es uno de los más vulnerables y a su vez uno de los que más impacta la integridad ecológica del país. Los aumentos en la temperatura, así como los cambios en las temperaturas extremas y en la precipitación, podrían provocar severas disminuciones en la productividad de este sector.
El delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), José Armando García Triana, consideró que La Laguna no es una zona vulnerable, pero admitió que debe existir además una preparación en términos del cambio de cultivos debido a las temperaturas máximas extremas, por lo que ya se buscan otras variedades de semillas que puedan aclimatarse de mejor manera.
"En la Comarca Lagunera, una región muy seca, tenemos la ventaja de que tenemos dos océanos que nos rodean y esos huracanes, si ahorita tenemos 16, en los próximos 25 a 30 años van a ser 60 huracanes, para las costas va a ser muy duro, para nosotros no, pero tenemos que estar preparados", expuso.
Señaló que México es de los pocos países que ha puesto un costo económico a la producción de carbono, lo que pretende impulsar las energías limpias. En este contexto, dijo que en la región hay un área de oportunidad importante en el aprovechamiento de la energía solar y de la eólica. En términos de la sustentabilidad en el campo, García Triana dijo que se avanza lentamente en cuanto a la tecnificación de los sistemas de riego y la construcción de los biodigestores.
"Definitivamente, tenemos que apretar el paso", expresó.
Mario Valdés Quintanilla, presidente de la Cámara Agrícola y Ganadera de Torreón, admitió que el clima en la región ha cambiado en forma muy radical, pero consideró que el tema es global. Refirió que las lluvias siempre son benéficas para el campo por la garantía de un volumen para el riego, no obstante, reconoció que se han reportado también aumentos en las plagas, lo que implica un costo extra en los agroquímicos.
UN DÍA SIN CARNE
En el reporte de la FAO denominado "La larga sombra del ganado", se ennumeran las consecuencias ambientales de la ganadería, pues en función de su alimentación, hay una mayor deforestación y se agotan los recursos hídricos.
En este sentido, las organizaciones ambientalistas llaman a reducir el consumo de carne, comenzando por un día.
"Nadie necesita comer carne siete días a la semana y menos tres veces al día, con que dejáramos de comer carne un día a la semana ayudaríamos un montón a reducir este problema", expresó Francisco Valdés.
SIN EVIDENCIA
Gerardo Jiménez, investigador y ambientalista de Encuentro Ciudadano Lagunero, señaló que no hay un estudio respecto a cuál es la contribución de la Comarca Lagunera en la emisión de estos gases, pero por las actividades que se desarrollan, indicó que tanto el transporte como el hecho de ser una zona ganadera, donde hay más ganado que población, esto implica una alta emisión de gas metano.
"Debe ser importante la contribución de esta región, no podemos afirmar con certeza que esto sea la causa de los cambios en el clima, pero sí podemos afirmar que hay una irregularidad en variables que determinan el clima, siempre ha habido sequía y ciclos de lluvias, pero los patrones han sido modificados", expresó.
Como investigador en Fundación Jimulco, explicó que las variaciones en el clima podrían repercutir en el cambio de biodiversidad en la reserva ecológica municipal, por lo que se realizarán monitoreos, ya que se ha detectado una mayor radiación solar.
"No se puede aseverar que hay una repercusión ya específica del cambio de clima, más allá de la irregularidad de las variables de precipitación y temperaturas, que son las más importantes", expresó.
Consideró que, en el mediano plazo, si las tendencias continúan, se afectará el bosque de pino- encino que hay en Jimulco y en la Sierra Madre Occidental.
Señaló que el cambio climático se empezó a gestar hace tres siglos, pero causó preocupación su estudio apenas hace medio siglo, por lo que se han comenzado a plantear estrategias para revertir el calentamiento global, como aplicar medidas de mitigación, lo que llevará mucho tiempo.
"Ya tenemos enfrente el cambio climático, no podemos resolverlo en el corto plazo, los cambios de uso de suelo, los procesos de desertificación y deforestación están incidiendo porque una de las mejores medidas para descarbonizar el ambiente es a través de la vegetación, la tala sin control de bosques, los sobrepastoreos, es como continuar actuando para que esto nos afecte", dijo.


Proyecciones
El Gobierno federal ha hecho algunas proyecciones sobre los efectos del cambio climático en el país:
⇒ Las temperaturas han aumentado de manera diferenciada por región, siendo el norte del país la zona con mayor incremento, de 0.25 a 0.50°C por década, entre 1960 a 2010.
⇒ Se proyecta, para el año 2100 (promedio 2075 a 2099), un incremento de más de 4°C en la zona fronteriza con Estados Unidos, y de alrededor de 2.5 y 3.5°C en el resto del país.
⇒ En cuanto a las precipitaciones, los diferentes modelos difieren en sus proyecciones, aunque, en promedio para el país, se estima que éstas disminuirán hasta un 10% en la mayoría del territorio nacional, aunque habrá regiones en que esa disminución podría ser mayor.
⇒ Disminución de la productividad del maíz para la década de 2050, lo que se aúna al problema actual del 25% de las unidades de producción con pérdida en la fertilidad de suelos. Existe cierta evidencia de que la mayoría de los cultivos resultarán menos adecuados para la producción en México hacia 2030, empeorando esta situación para finales del presente siglo.
⇒ La mayor parte del país se volverá más seca y las sequías más frecuentes, con el consecuente aumento de demanda de agua particularmente en el norte del país y en zonas urbanas.
⇒ Por otro lado, habrá regiones donde la precipitación podría ser más intensa y frecuente incrementando el riesgo de inundaciones para alrededor de 2 millones de personas que actualmente se encuentran en situación de moderada a alta vulnerabilidad, ante las inundaciones, y quienes residen en localidades menores a 5 mil habitantes, ubicadas principalmente en la parte baja de las cuencas, sumado al riesgo de deslizamientos de laderas por lluvia.

Latinoamericanos
Según datos de ONU Ambiente, el costo de adaptación al cambio climático en los países en desarrollo podría ascender hasta 500 mil millones de dólares por año en 2050, una cifra que es cuatro o cinco veces mayor que las estimaciones previas.
En América Latina se estiman en 100 millones las personas que viven en áreas susceptibles a la contaminación del aire, en su mayoría en áreas urbanas densamente pobladas, por lo que la ONU advirtió que implementar medidas de adaptación y mitigación del cambio climático es urgente para las economías de la región, pero también para la salud de los latinoamericanos, pues es vital reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos.
Cada año, según un informe del Clean Air Institute, más de 70 mil personas mueren en América Latina a consecuencia de la contaminación del aire.
MILLONES
de hectáreas de bosques y selvas se han perdido en México durante el siglo XX y todavía el ritmo de deforestación asciende a cerca de 200 mil hectáreas anuales.
POR CIENTO
de la pérdida de masa forestal se atribuye a desmontes agropecuarios y el otro 18% a tala ilegal, incendios forestales, plagas, etc.
vulnerables hay en Coahuila, 5 en Durango, y 319a nivel nacional.