Nacional Salario mínimo Seguridad Narcotráfico Generación Z Pensión Bienestar

Camiones, un problema de peso

EL TRANSPORTE PESADO A DIESEL ES LA PRIMERA FUENTE DE EMISIÓN DE PARTÍCULAS FINAS EN EL VALLE DE MÉXICO

Camiones, un problema de peso

Camiones, un problema de peso

AGENCIAS

El amarillo brillante con el que está pintado, hace aún más evidente la nube negra que sale por un grueso escape ubicado atrás de la cabina del conductor y que a la distancia se observa como la chimenea de una vieja panadería. El humo se dispara con fuerza como si buscara esconderse rápidamente tras el rastro de las nubes. Después del verde del semáforo, el camión de carga con placas borrosas sigue su camino en medio del tráfico de avenida Insurgentes. Es martes, son las 11:30 de la mañana y el primer respiro matutino quema sin remedio.

Esa nube que exhalan muchos de los vehículos de carga y transporte público con motor a diesel que circulan cotidianamente por la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) tiene nombre y apellido: carbono negro, un aerosol o material particulado que se produce por la combustión incompleta e ineficiente de los productos derivados del petróleo.

Según informes del Centro Mario Molina el transporte pesado a diesel es la primera fuente de emisión de partículas finas en la ZMVM. Mientras más pequeñas sean las partículas, más fácilmente se integran al organismo afectándolo de diferentes formas según la continuidad del impacto y las condiciones genéticas y de salud del individuo.

En la actualidad hay tecnología para contrarrestar que estas partículas salgan al ambiente. Los motores que desarrolla la industria automotriz tienen sensores electrónicos, sistemas inteligentes que les indican cuándo inyectar combustible para reducir las combustiones; además de catalizadores y filtros de retención de partículas. El problema es que el promedio de edad de este tipo de vehículos que circulan en la ZMVM es de 18 años, es decir se trata de un parque vehicular que, en su mayoría, ya no cuenta con estos elementos de manera funcional.

Según estadísticas de 2015 de la Secretaría de Comunicaciones de Transportes (SCT) existen 806 mil 405 unidades de carga. Esta cifra integra prácticamente en un 50 y 50 % a unidades motrices (camiones y tractocamiones) y unidades de arrastre (semirremolques y remolques). Para Gisselle García, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), es difícil cuantificar el número exacto de unidades de carga circulan, pues no existe un censo que integre a todos los camiones de este tipo. "Hay un cierto número en base a placas federales de la SCT, pero en cuanto a placas estatales, no hay criterio uniforme por lo que es difícil determinar cuántos camiones circulan por el Valle de México. Por otra parte, hay transporte pesado que funciona con permisos".

El proceso de verificación es otra nube obscura en la que están inmersos. Según informes de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), durante el verano la Semarnat tomará el control de los sistemas operativos de los verificentros y también asumirá la verificación de camiones y tráileres de motor diésel que había sido comisionada a la SCT sin resultados claros.

 NORMAS EN REPOSO

Para la especialista del CEMDA es fundamental que se logre la actualización de la NOM-044 que es la que determina el máximo de emisiones que pueden emitir los transportes pesados que funcionan por diésel. "Esta norma tiene que ver con la homologación de estándares regulados internacionalmente, mediante la inclusión de mejores tecnologías, como el sistema OBD (On-Board Diagnostic), que ayudan a que los transportes de arriba de tres toneladas no emitan tantos contaminantes. En el CEMDA, en coordinación con otras organizaciones, hemos tratado de impulsar esto, pero ha sido complicado por toda una serie de intereses económicos que rodean al sector".

Por su parte Erick Velasco, doctor en ingeniería ambiental quien ha trabajado durante varios años el problema de la contaminación atmosférica en nuestro país y quien actualmente forma parte de la Alianza para la Investigación y la Tecnología MIT-Singapur como investigador científico, señala que el caso de la NOM-044 ejemplifica la lentitud en la aplicación de políticas que pudieran afectar intereses de ciertos grupos poderosos en el corto plazo.

"El proyecto de la actualización de la norma para ajustar los estándares de emisión de los vehículos diésel de carga pesada se publicó en el Diario Oficial en diciembre de 2014. Como lo marca la ley, se abrió un periodo de 60 días para comentarios. Desde entonces llevamos 13 meses y contando esperando que se finalice su publicación. La nueva norma propone establecer los estándares de emisión establecidos en EU (EPA-2010) y Europa (Euro VI) a partir de 2018".

El especialista señala que existen estudios científicos que demuestran los beneficios económicos y en salud pública que traería su aplicación, pues investigadores del Instituto Internacional de Transporte Limpio (ICCT) encontraron que su aplicación prevendría la muerte prematura de 50 mil personas en un periodo de 20 años, ahorrando al país 123 billones de dólares por concepto de salud pública e impacto en el cambio climático al reducir las emisiones de carbono negro.

Soluciones inmediatas

Pero según comenta García, bajar las emisiones también tiene que ver el mantenimiento de los propios camiones, pues algunos de los procedimientos más simples, como el cambio de aceite, tampoco parecen llevarse a cabo. "Muchos de estos vehículos tienen catalizadores viejísimos que ya no sirven desde hace muchos años. El filtro de partículas debe ser renovado cada dos años y rara vez alguien se preocupa porque esto suceda", señala la especialista subrayando la necesidad de un control estricto en sus revisiones.

"Tampoco se trata de renovar toda la flota vehicular de la noche a la mañana, porque además eso tampoco sería sustentable. Estamos pidiendo acciones reactivas más que preventivas. Se pudieron haber favorecido políticas públicas, tanto en diseño como en implementación, que favorecieran los transportes limpios, pero se prefirió el transporte privado sobre el público, con los proyectos de segundos pisos, por ejemplo", señala y agrega que hoy son vitales los incentivos para la utilización de transportes más limpios.

Por su parte, Velasco comenta que para los fabricantes instalados en el país, el remplazo de tecnología no debería ser un problema, pues más del 80 % de su producción se destina a Estados Unidos y otros mercados donde se cumplen ya dichos estándares. En términos del costo para el dueño del camión, la tecnología necesaria para cumplir con los nuevos estándares es muy inferior al costo total del vehículo y la cantidad se compensaría con el ahorro de combustible asociado a nuevas tecnologías.

Sin embargo, ambos especialistas coinciden en que al implementar acciones se debe considerar a todas las fuentes de emisiones, pues el problema no se resuelve por un solo frente. "Se requiere de un diseño de políticas públicas con la participación de los tres órdenes de gobierno. No es algo que sólo le competa a la autoridad local, sino también a la federal, la municipal y a los ciudadanos. Es un problema tan grande que debe ser abarcado de esta misma forma", concluye García.

Leer más de Nacional

Escrito en: Diésel transporte pesado

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Camiones, un problema de peso

Clasificados

ID: 1214004

elsiglo.mx