Mejora. La pequeña Emili, en la imagen con su mamá y su abuelo Miguel Ángel Rivera, ya no presenta ninguna ausencia ni crisis. (GUADALUPE MIRANDA)
Hace un año, Marlen llegó a contabilizar 237 convulsiones al día en su pequeña Emili, quien padece el síndrome de West o Lennox gastaut que además, la mantenía "desconectada" de la realidad a sus escasos dos años de edad.
La pequeña se convirtió en la segunda mexicana en probar cannabis o marihuana con fines medicinales en forma de aceite, pero sin el THC activo de esta droga.
Ahora, es una pequeña sonriente y activa; de aquella Emili sólo han quedado los recuerdos.
Fue un 13 de noviembre del 2015 que los padres de la menor, Marlen Vaquera y José de Jesús Vargas, acudieron a Javier Quintero, fundador de Donadores Laguna en busca de apoyo, para poder contactar a los padres de Grace, quienes radican en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, y quien fuera la primera niña en tomar el tratamiento a base de cannabis. Y lo lograron.
Su primera toma se dio el seis de enero de este 2016, y desde la primera semana hubo una mejoría.
"En la primera semana se le quitaron los movimientos, a la otra las ausencias, y dos semanas más tarde, dejó de convulsionar completamente", asegura Marlen, quien reconoce que dudó que el tratamiento diera los resultados esperados.
"Como le habíamos hecho de todo, no pensé que hubiera una mejoría tan pronta, me quejó boquiabierta", dice ahora con emoción.
La joven madre, cuenta que previo a comenzar el tratamiento, recibió muchos comentarios en contra, "vas a estar drogando a tu hija", le decía, pero eso no la desanimó.
"Pero los primeros días la pensaba bastante, después pensé, le he intentado de todo, le han metido más medicamento que realmente no le ha funcionado, se la pasó mucho tiempo sedada por los medicamentos y pues dije si prácticamente la tienen dormida todo el día, por qué no meterle algo, prefiero que esté más activa, porque decían la van a alterar", comentó.
MÁS BENEFICIOS
A esta mejora se sumó, Aída Gutiérrez, abuela paterna de Emili.
Desde hace 15 años padece diabetes tipo 2 con neuropatía diabética y en este mismo 2016, abandonó el tratamiento convencional para utilizar el aceite de cannabis y así poder controlar su enfermedad.
"Mi suegra era de que a veces se nos ponía muy mala, le bajaba la azúcar, a veces completamente ida, teníamos, aunque suena feo, hasta cachetearla", cuenta.
Recientemente, Aída, logró que la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) le aprobara importar aceite de cannabis para tratar su enfermedad.
Se trata del primer caso en el país en el que un médico prescribe y Cofepris aprueba el uso de cannabidiol en el tratamiento de una condición médica que no es epilepsia, como las neuropatías derivadas de la diabetes.
CONVULSIONES
En un día llegó a presentar la niña debido a la enfermedad.