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Chapoteadero

Ventana

JOSÉ CÁRDENAS

Cierto. La recaptura de "El Chapo" era una deuda que nos debía el Gobierno Federal desde hace seis meses cuando de manera "imperdonable" se le fugó el narco más peligroso del mundo. El gran escape del siglo provocó el escarnio internacional; fue una humillación para el régimen peñista.

La recaptura de Joaquín Guzmán Loera es la curación de una gravísima herida que el propio gobierno se había provocado.

Pero la deuda no ha sido saldada por completo.

¿La recaptura de "El Chapo" es "misión cumplida"?

No viene al caso escatimar la hazaña loable de la autoridad federal, pero sí vale subrayar que el supremo gobierno nos queda debiendo la aclaración de las complicidades que permitieron hace seis meses la fuga del delincuente más peligroso.

Aun no es tiempo de festejos ni triunfalismo. El gobierno desborda en autohomenajes, pero los efectos de la celebración son contrarios a su propósito: el acierto es festejado como una victoria nacional y un éxito personal del señor de Los Pinos.

La captura de un criminal sirve a los aduladores para ensalzar al Presidente haciéndole "la ola" y lanzando vivas, cuando en realidad encumbra al bandido a niveles de celebridad.

Dice Jesús Silva-Herzog Márquez: "El gobierno de Peña Nieto ha vuelto a esculpir el monumento a "El Chapo". Al elegirlo como antagonista predilecto, la figura del Jefe de Estado se empequeñece".

¿Y la entrevista de Rolling Stone qué?

-Una guerra de protagonismos.

A través de Kate del Castillo el actor Sean Penn acarició el sueño de convertir al mayor traficante de heroína, cocaína, metanfetaminas y marihuana del mundo -dueño de aviones, barcos y submarinos, camiones y botes- en un personaje de película admirado por todo el mundo, en un héroe encantador, un próspero hombre de negocios quien monopoliza la mitad del narco mercado estadounidense, para quien las muertes resultado de sus afanes no son responsabilidad del criminal sino de sus perseguidores y el sistema desalmado. "Un genio carismático" lo llama el actor Sean Penn dizque convertido en periodista quien durante la entrevista no le sacó a "El Chapo" sino superficialidades.

No hay mérito periodístico en halagar la vanidad del poderoso y la valentía del entrevistador y su madrina-traductora -heroína cercana a los afectos sentimentales del narco -¿oscuro objeto del deseo?- quien vio la oportunidad de hacer un gran negocio espectacular con una versión recargada del Rey León en homenaje al peor de los bandidos.

 EL MONJE COLÉRICO

El ex de Madonna y La Reina del Sur nos venden la fascinación idílica por otro Patrón del Mal, émulo de Pablo Escobar, máximo antihéroe, quien tanto vende y vende tanto. ¿Y yo por qué no?, se habrá preguntado "El Chapo".

@JoseCardenas1 josecardenas@mac.com | www.josecardenas.com

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