El abridor Jon Lester cumplió con una gran actuación en el partido de ayer al mantener el cero en 8 entradas. (AP)
Javier Báez rompió el empate con un jonrón en la parte baja del octavo inning ante Johnny Cueto y los Cachorros de Chicago doblegaron ayer 1-0 a los Gigantes de San Francisco en un tenso primer juego de su serie divisional de la Liga Nacional.
Cueto y Jon Lester protagonizaron un vibrante duelo de pitcheo en el que el madero del segunda base puertorriqueño marcó la diferencia.
El juego estaba empatado sin carreras cuando Báez conectó un batazo enorme hacia el bosque izquierdo y el también boricua Ángel Pagán apuró el paso hasta llegar el muro. Con los 42.148 fanáticos y cada jugador observando ansiosos la trayectoria de la bola, Pagán no pudo hacer nada más. La esférica quedó depositada en el cesto colocado encima de los muros del Wrigley Field.
Báez intuyó que fue un jonrón tan pronto despidió la bola.
"Me olvidé del viento", dijo Báez. "El viento estaba soplando en contra, y el contacto fue fuerte. Es un alivio que se fue por poco".
Los relevistas de los Cachorros, situados en la raya de foul del izquierdo, estallaron de júbilo en lo que Báez recorría las bases, en medio del frenesí del público. Báez debió salir de la cueva para recibir una aclamación de pie.
"Me estaba lanzando adentro. Solo estaba esperando que cometiera un error y... la dejó servida por todo el plato", indicó Báez.
Los Gigantes amenazaron en el noveno cuando Buster Posey disparó un doble con dos outs frente a Aroldis Chapman, pero el cerrador cubano logró sacar out a Hunter Pence con un rodado a la intermedia.
"Un juegazo de playoffs", señaló Lester, quien retiró a los últimos 13 bateadores que enfrentó. "Fui parte de un juego entretenido y realmente feliz de haber estado en el bando que ganó".
El dominicano Cueto estuvo brillante, siguiéndole los pasos a la joya de cuatro hits de Madison Bumgarner para que los Gigantes derrotasen a los Mets en el juego de comodines de la Nacional. Astutamente, el derecho mantuvo fuera de balance a los Cachorros con la mecánica de lanzar tan diversa que tiene. Recetó 10 ponches y permitió tres hits en su segundo juego seguido en la postemporada.
"Fue un tremendo juego", dijo el manager de los Gigantes Bruce Bochy. "(se definió) con un pitcheo...Mi expectativa es que todos los juegos serán así".
El jonrón de Báez puso fin a la racha de 23 innings seguidos sin permitir carreras de San Francisco en la postemporada, que se remontaba a la Serie Mundial de 2014. Los Gigantes también se proclamaron campeones en 2010 y 2012.
Pero Chicago pudo festejar la victoria en su primer juego de importancia en varias semanas.
Los Cachorros aseguraron el título de la división Central el 15 de septiembre y lideraron las mayores con 103 triunfos, pero su objetivo está centrado en conquistar su primera corona de la Serie Mundial desde 1908.
