El Rebaño se ha metido a la pelea, tras llegar a seis unidades en el Grupo 1. (AGENCIAS)
Cuando la enfermedad se torna crítica, cualquier medicamento que ayude es válido. Por eso, un triunfo en la Copa MX puede no parecer demasiado, pero para el Guadalajara significa un bálsamo que le brinda un poco de tranquilidad en tiempos difíciles. El marcador es justo: apenas 1-0 sobre los Leones Negros. Pero suficiente para respirar.
Es Ángel Zaldívar el hombre más activo en el ataque rojiblanco. Apenas al primer minuto, se anticipa a la mala salida del arquero Florencio Morán para ganar por arriba un tiro libre ejecutado por Giovani Hernández. Su cabezazo, sin embargo, pasa por un lado. El grito de gol de ahoga en la garganta de miles de seguidores.
Sin importar el torneo que se dispute, el mal de Chivas, la pelota parada, permanece. En la última jugada del primer tiempo. Lanzamiento desde el banderín, por el extremo derecho. Giovani Hernández cobra al corazón del área. Michel Vázquez peina la redonda. A segundo poste, Ángel Zaldívar acomoda el cuerpo rápido y conecta de cabeza. Al fondo. Las redes se estremecen. Gol de Chivas, al '45.
Zaldívar recorre la mitad del terreno de juego. Choca ambas palmas con el técnico Matías Almeyda. Enseguida, se funde en un abrazo con toda la banca. Es un partido de Copa MX, pero el gol significa tranquilidad en tiempos agitados para el Rebaño Sagrado, inmerso en una crisis de resultados dentro del torneo de Liga.
Al Guadalajara se le nota la tensión por el momento que vive.
