Los afectados ahora deben someterse a una prueba de ADN. (INTERNET)
Una clínica de fertilidad en los Países Bajos ha informado que es posible que la información sobre sus donantes se haya mezclado, por lo que las parejas o mujeres que estuvieron en tratamiento durante el ‘error’, podrían no esperar al bebé, o haber dado a luz, del esperma que inicialmente eligieron.
El ‘University Medical Center in Utrecht’ (UMC) dijo en un comunicado que la posibilidad de que esto haya ocurrido es mínima, pero que, a fin de cuentas, no están cien por ciento seguros.
Todo fue porque un técnico de laboratorio, durante abril de 2015 y noviembre de 2016, utilizó una pipeta contaminada para inyectar el esperma. Usaba una pipeta nueva cada vez, pero no reemplazó la parte superior de caucho, que estaba acumulando los espermatozoides de procedimientos previos.
La UMC lleva a cabo la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) unas 700 veces al año. Los afectados ahora tendrán que acudir a realizarse un examen de ADN para determinar la paternidad de sus hijos.
