Reacción. Los colombianos despertaron con un ‘No’ a la paz, pero con la esperanza del diálogo.
Tras la victoria del "No", por un estrecho margen, al acuerdo de paz en Colombia, el presidente Juan Manuel Santos y sus aliados partidistas iniciaron ayer lunes en esa capital una nueva negociación política para impedir el colapso del proceso pacificador, rescatar el diálogo, cerrar todo resquicio de retorno a la guerra y buscar vías para renegociar el plan pactado en Cuba.
Rodrigo Londoño Echeverri, dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo ayer lunes desde La Habana: "La consulta plebiscitaria no tiene efecto jurídico alguno. El efecto es político".
El "Acuerdo Final para la Construcción de una Paz Estable y Duradera", suscrito por Santos y Londoño el pasado 26 de septiembre en la ciudad caribeña de Cartagena de Indias, "ha sido firmado como un acuerdo especial", aclaró el jefe guerrillero.
Las FARC, agregó, "permanecerán fieles a lo acordado. La paz con dignidad llegó para quedarse".
El Centro Democrático, encabezado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) y principal promotor del "No" a los acuerdos, reafirmó ayer su disposición de "aportar a un gran pacto nacional". Expresó su "voluntad de reunirnos" con delegados gubernamentales para "identificar los pasos" y avanzar hacia ese arreglo.
El centro pidió a los que votaron "Sí", a los que se abstuvieron y al gobierno y a sus negociadores, en nombre de los que votaron "No", "que se escuchen nuestras razones", para renegociar el acuerdo. El bloque del "No" alega, entre otros factores, que el acuerdo tiene múltiples fallas judiciales, políticas y socioeconómicas y beneficios que conceden impunidad a las FARC.
En tanto, Santos se reunió ayer lunes en el Palacio de Nariño, sede del Poder Ejecutivo, con senadores, representantes y jerarcas de los partidos de la Unidad (oficialista), Conservador, Liberal, Cambio Radical, Unión Patriótica, Polo Democrático, Alianza Verde y Cambio Radical, con los presidentes del Congreso, Mauricio Lizcano, y de la Cámara de Representantes, Miguel Pinto, y con el equipo de gobierno que negoció con las FARC desde noviembre de 2012, en Cuba.
Lizcano anunció que "todos los partidos afectos al 'Sí' reunidos con Santos respaldamos al presidente en su propósito de alcanzar la paz. Contamos con el anhelo de todos los colombianos, con la mayoría del Congreso y sabemos que el mandatario mantiene sus facultades legales y constitucionales para alcanzar la paz.
"Respaldamos la decisión de conformar una comisión, amplia e incluyente, que abra un diálogo nacional con todos los sectores del 'No'", expuso.
Decepción y esperanza mundial por el 'No'
La comunidad internacional expresó su decepción por el sorpresivo triunfo del "No" en el plebiscito en Colombia sobre los acuerdos de paz con las FARC, pero manifestó su esperanza de que se mantenga el diálogo.
La ONU, la OEA, la Unión Europea, la Unasur y decenas de Gobiernos, que hace exactamente una semana celebraban la firma de la paz en un acto en el que la guerrilla pidió perdón a "todas las víctimas del conflicto", mostraron su sorpresa por el resultado.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, confesó que esperaba "un resultado diferente" y envió a La Habana, sede por cuatro años de los diálogos de paz, a su representante especial, Jean Arnault, para impulsar a las partes a "continuar con las consultas".
En tanto los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay y Uruguay firmaron ayer un comunicado conjunto en el que expresaron su "decidido y renovado compromiso" de acompañar al pueblo de Colombia en una construcción de la paz que redunde en "mayor prosperidad y unidad" para ese país y la región.