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Cómo matar a un alcalde en 24 horas

DAVID PÉREZ

Gisela Mota fue asesinada brutalmente en su domicilio particular, su mandato como munícipe duró un día. No ofrecemos aquí una guía para repetir ese acto en otros municipios; intentaremos analizar una selección de hechos y omisiones, que quizá posibilitan una comprensión más amplia sobre la muerte violenta de un alcalde o algún otro funcionario público.

Los números. En el pasado proceso electoral federal, las elecciones intermedias de 2015, se registraron 7 candidatos asesinados, y 70 más que sufrieron un ataque violento durante el periodo de campañas. A los 33 años, Gisela se convirtió en alcaldesa de Temixco. Se confirmó su triunfo electoral hasta el 26 de septiembre, ya que su elección fue impugnada por los candidatos rivales.

Alcalde, pero, mujer y joven. Según la Comisión Independiente de Derechos Humanos en Morelos, de 2000 a 2005 fueron asesinadas 122 mujeres en esa entidad, en 20016 se reportaron 20 homicidios femeninos, al año siguiente aumentó a 29, en 2008 ascendió a 31 asesinadas, y en 2009, fueron 30 mujeres más. En 2014 la Fiscalía General del Estado reconoció que en Morelos durante 2014 de las 425 muertes violentas, 53 eran mujeres.

El año pasado, en el marco del día internacional de la juventud, en una declaración conjunta desde las oficinas de la ONU, Leonor Calderón, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas, la violencia se ha convertido en la principal causa de muerte entre los 38.3 millones de jóvenes mexicanos; por su parte Juan Manuel Romero, director de Imjuve, alertó que tal situación viene presentándose desde 2006.

Por su edad y por su género, Gisela Mota, era parte de un sector de la población que tiene un número significativo de probabilidades de morir en un suceso violento. Además, pertenecía al único tercio de la población femenina que es económicamente activa en el municipio de Temixco, según el Panorama Socio Demográfico de Morelos, realizado por el Inegi en 2015, el sector más propenso a los asaltos. La estadística le pronosticaba la muerte.

Debilitar a los municipios. El 8 de junio del año pasado, al declararse como ganadora, afirmó: "ganamos porque no prometimos más de lo que nos podíamos comprometer". Su principal tema de campaña fue la seguridad, dentro del cual se pronunció, en repetidas ocasiones, a favor de una policía de proximidad, en contra del Mando Único de seguridad que se implanta en el estado de Morelos.

La constitución asistía lo dicho por Gisela Mota, en el artículo 115, donde se declara a los Municipios como base de la organización administrativa y política de los estados, y se le asigna la responsabilidad de la seguridad pública (policía preventiva municipal y tránsito) a la administración municipal. El artículo 21, de la misma constitución, exige a las instituciones policiales de los tres niveles de gobierno una coordinación tal, que se cumpla los objetivos de seguridad pública nacional. Si tal coordinación fuera eficiente, no sería necesario un mando único, a cargo del gobierno estatal.

No dar protección. Durante el ejercicio electoral de 2015 realizado en Colombia, las acciones puestas en marcha por la Unidad Nacional de Protección (UPN) de dicho país, evitaron la muerte de dos candidatos, Hugo Sánchez candidato a una alcaldía, y de Andrés Guerra, postulado para gobernador. Diego Mora, director de UPN, afirmó que en comparación con el proceso electoral anterior hubo una disminución del 70 % de amenazas y atentados contra candidatos.

El UPN es un sistema amplio de prevención y protección de los derechos humanos fundamentales a quienes se encuentran en una situación de riesgo extraordinario por sus actividades políticas, públicas, sociales o humanitarias. Este proyecto unificó los programas de protección que existían en Colombia, está vigente desde 2002.

El alcalde es una de las figuras más frágiles de los tres niveles de gobierno, hoy refleja debilidad, que muchas veces se traduce en dar poca importancia a la vida de un municipio y los que lo conforman. La ciudadanía no está para arropar y defender alcaldes, tampoco tiene que ser su enemigo a priori; el escenario de inseguridad continua, y no nos puede ser indiferente el asesinato de alcaldes en otros lugares del país.

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Escrito en: David Pérez

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