El Índice de Competitividad Urbana 2016 presentado la semana pasada por el Instituto Mexicano de Competitividad (Imco) arroja buenas noticias para La Laguna, pero también plantea lo que le falta a la región para llegar a los primeros lugares, en donde sí se encuentran zonas metropolitanas como Saltillo y Durango, las capitales de los estados que dividen a la comarca.
Es insoslayable el primer dato que salta a la vista: el área conurbada de Torreón subió del lugar 48 al 24 en el ranking de competitividad de este año en comparación con el reportado en 2012. Los principales avances se dieron en los indicadores de manejo sustentable del medio ambiente, economía dinámica y estable y sociedad incluyente y preparada. No obstante, también hubo retrocesos en otros como innovación y sofisticación de los sectores económicos, aprovechamiento de las relaciones internacionales y mercados eficientes y estables.
Al analizar estos indicadores y su comportamiento es posible deducir que si bien La Laguna ha fortalecido su dinamismo económico con una población cada vez mejor preparada y con mayor conciencia de la importancia de la sustentabilidad, hace falta avanzar en el impulso de la innovación, atraer de forma más eficiente los capitales mundiales y generar una dinámica de mercado más estable.
No se puede dejar de lado una realidad: las zonas conurbadas de las capitales de Coahuila y Durango, de dimensiones similares a Torreón, siguen escalando posiciones, sobre todo la segunda, que saltó de la posición 36 a la 9, mientras que Saltillo se ubica en el lugar 6. Incluso la zona Monclova-Frontera continúa por arriba de La Laguna.
Otro aspecto importante que se desprende del análisis del Imco es que si bien La Laguna ha logrado superar ya la larga sequía de inversiones que la azotó durante prácticamente una década, se ha rezagado de forma considerable en el nivel salarial. Es decir, en la región se están creando nuevas fuentes de empleo, pero con remuneraciones menores a las de otras zonas económicas, un proceso que para algunos analistas es explicable luego de un período de estancamiento. Lo que falta ahora es crear las condiciones para atraer empresas que permitan mejorar la competencia y por ende el nivel salarial.
Está claro que lejos de echar las campanas al vuelo por el buen resultado en el más reciente reporte del Imco, lo que las autoridades estatales y, sobre todo, municipales, de la mano de la Iniciativa Privada y la Sociedad Civil Organizada, deben hacer es poner manos a la obra en la construcción de las condiciones objetivas que pongan a la región en el lugar que merece: más y mejores parques industriales, mayor capacitación, vinculación universidad-empresa, mejores servicios públicos e infraestructura, condiciones fiscales atractivas frente a los contrincantes. Sólo para comenzar.
