Un encuentro de semifinales que tuvo polémica, ya que a la media hora de partido el atacante del club colombiano, Orlando Berrío, cometió falta dentro del área sobre Daigo Nishi, situación de la que se percató el juez de video y con el uso de la tecnología señaló la pena máxima después del análisis.
Sin embargo, el árbitro central húngaro Viktor Kassai no se dio cuenta que en el momento de la acción el jugador nipón estaba en fuera de lugar en primera instancia, por lo que la pena máxima no tendría que haberse marcado. Así se generó la primera controversia con el uso de la tecnología en este Mundial de Clubes.
El penal fue ejecutado por Shoma Doi, al minuto 33, para que la escuadra anfitriona se fuera al frente contra un Atlético Nacional que trató de responder ante el ordenado Antlers.
Esta es la primera vez que la tecnología de repetición se pone a prueba y ya ha generado polémica.
Con polémica se estrena uso de repetición