La Casa Blanca confirmó el reinicio de las deportaciones a cargo del Departamento de Seguridad Interna (DHS) y anticipó que la histórica cifra de deportaciones bajo el gobierno de Barack Obama continuará al alza. No obstante, el vocero presidencial Josh Earnest desestimó que estas redadas constituyan una acción nueva y puntualizó que no están enfocadas a la población general de inmigrantes indocumentados, sino a un reducido grupo de este universo. "Lo que el secretario (del DHS Jeh) Johnson ha dicho es que las operaciones que se llevan a cabo son meramente la continuación de operaciones que fueron anunciadas en enero y marzo".