Al destrozo del que está siendo objeto el orden jurídico en el Estado de Coahuila, con la promulgación de leyes que son violatorias de los derechos humanos y otras que destruyen la familia o como la reciente ley de pensiones que vulnera derechos laborales adquiridos, se suma la amenaza de promulgar una nueva Constitución Estatal, que pone en riesgo el vínculo jerárquico normativo que une al Estado de Coahuila con la Federación, mediante la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.
El propósito de semejante disparate es congruente con el ánimo autocrático del moreirato que en los últimos diez años, ha hecho de nuestro Estado una isla sometida al capricho de un grupo político faccioso que se ha apoderado de nuestra vida colectiva y de los bienes públicos que pertenecen a todos los coahuilenses y pretende aferrarse al poder por tiempo indefinido.
La pretensión de crear una Nueva Constitución de inspiración moreirista no es nueva. Fue anunciada por el actual Gobernador al inicio de su administración y se comenta en voz baja en los corrillos políticos y académicos de tiempo en tiempo, como un rumor que encubre un ejercicio recurrente de sondeo y tanteo.
El día 5 de febrero pasado, durante el acto de conmemoración del aniversario de la Constitución de 1917 en que estuvieron reunidos los representantes de los Poderes del Estado de Coahuila, el licenciado Oscar Nájera Davis, magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado de larga y respetable trayectoria, descalificó frontalmente la pretensión de crear una nueva Constitución.
En un discurso pronunciado a nombre del Poder Judicial, el magistrado originario de la ciudad de Piedras Negras denuncia la existencia de un proyecto "de estirpe mediocre… que circula en corrillos académicos de poca monta…" que pretende dejar sin efecto la Constitución coahuilense de 1918, a la que atinadamente Nájera Davis considera "heredera" de la Constitución mexicana de 1917, aunque más que heredera es parte integral de la referida Constitución federal, por ser ésta la piedra fundamental del orden jurídico en nuestro país.
En alusión a un grupo de abogados coahuilenses y españoles que por encargo de Rubén Moreira están empeñados en esa aventura que tiene un tufo a soberbia y separatismo, el magistrado Nájera Davis dice: "En ese texto… suprimen, cancelan, extirpan derechos y garantías fundantes del Estado de Derecho democrático y constitucional".
El valiente discurso del magistrado fue ignorado por los medios de prensa a pesar de su gran importancia, lo que revela una lisa y llana censura, que vulnera el derecho a la información de los coahuilenses.
Desde luego que la Constitución puede ser reformada y para ello existen reglas específicas en su propio texto. Sin embargo al igual que otros juristas coahuilenses, el magistrado Nájera señala el error histórico y jurídico que supone eliminar de raíz la Constitución actual de Coahuila y crear otra nueva, en virtud de que tal intento contradice al Principio de Inviolabilidad consagrado por el artículo 136 de la Constitución General de la República, que encuentra su equivalente en el artículo 198 de la Constitución de Coahuila.
El principio referido parte del hecho de que la Constitución vigente en el Estado es consecuencia de la Constitución federal, y ambas son producto de un movimiento revolucionario que precedió a su creación y por ende la de Coahuila no puede ser sustituida ni cambiada por otra constitución, porque ello implica trastocar el pacto social en el que se sustenta el orden jurídico total de los Estados Unidos Mexicanos.
Como información y elemento de juicio para el lector, el texto de la disposición constitucional en comento dice: "En ningún caso perderá esta Constitución su fuerza y vigor, aunque por alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por algún trastorno público se establezca un Gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con arreglo a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán juzgados así los que hubieren figurado en el Gobierno emanado de la rebelión, como los que hubieren cooperado a ésta".