Los juegos olímpicos de Río de Janeiro en Brasil aún no inician y sin embargo se han dado un gran cantidad de casos que eliminan a una importante cantidad de deportistas e incluso han puesto en peligro la participación de delegaciones enteras por caer en el abuso de sustancias prohibidas.
La participación de Rusia en esta olimpiada será con un contingente mermado, deportistas han sido suspendidos por haber incurrido en esta práctica, la lucha contra la competencia desleal inicia en los olímpicos de México 68 dan formalidad a los primeros controles antidoping para este tipo de competencias, obviamente con las limitaciones de la época, en la actualidad la utilización de sustancias dopantes se ha convertido en todo un arte para evitar se detecten las sustancias empleadas.
El control del dopaje busca evitar la competencia desleal. Las penalizaciones para los atletas que infrinjan los reglamentos en cuanto el uso de agentes y sustancias farmacológicas prohibidas son dictadas por los máximos organismos del deporte, el COI, Comité Olímpico Internacional y la Asociación mundial antidoping (WADA), y alcanzan suspensiones parciales a definitivas para el atleta involucrado.
La prueba antidoping consiste en el depósito de 100ml de orina repartidos en dos frascos etiquetados como muestra A, la cual se analizará por laboratorios certificados por el COI y la WADA, con un plazo para la entrega del resultado, que de resultar positivo se comunicara a los representantes de la delegación correspondiente y éstos a su vez lo harán saber al atleta, aun así el deportista, tiene la posibilidad de evitar las sanciones pidiendo al Comité la apertura del famoso frasco B, en busca de un resultado que lo exonere de la penalización, la cual puede tener exenciones por faltas en la realización del procedimiento técnico de la prueba. Otra posibilidad es la detección por métodos sanguíneos, lo que ha resultado todo un problema por cuestiones de diferente índole.
Por desgracia la influencia de elementos externos a los directamente involucrados en la preparación del deportista, o bien, en ocasiones el mismo deportista y entrenadores propician estas situaciones que van directamente en su perjuicio y el de su delegación, provocando además de la desacreditación moral y deportiva, un desvío de los de por sí limitados recursos en busca de una defensa (consciente en ocasiones) inútil en la mayoría de los casos ¡Hasta la próxima!
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