De acuerdo con el SAT (Servicio de Administración Tributaria), en México hay más de 41 millones de personas físicas registradas como contribuyentes activos, y si la PEA (Población Económicamente Activa) ocupada es de 50 millones de personas, entonces resulta que el porcentaje de esa población que no está dada de alta en el SAT, los que pertenecen a la informalidad, es de sólo el 18%, nueve millones de personas.
Realmente la informalidad está representada por las personas que laboran en el sector informal (sector de la economía que no aparece en las estadísticas oficiales y en el que las transacciones se realizan en efectivo y no pagan impuestos), más las personas que no tienen protegido su trabajo en el sector agropecuario más las que tienen trabajo doméstico remunerado y quienes están en un trabajo subordinado realizado en el sector formal, pero en el que el trabajador no cuenta con seguridad social, entonces, el resultado es de 34.5 millones de personas viviendo en la informalidad, lo que representa 58.2 por ciento de la PEA.
La economía informal es la respuesta de la sociedad ante esquemas económicos injustos que limitan las oportunidades y el crecimiento y es un reflejo fiel de gobiernos débiles que no se atreven a imponer la legalidad o que se sirven de ella para beneficio clientelar en las votaciones. Lo anterior nos lleva a un círculo vicioso que deteriora el capital social: el ciudadano común que vive en la formalidad, sufre las presiones de inspectores, auditores, cobradores de impuestos y permisos, etc. Mientras observa que a su alrededor no hay consecuencias para los informales.
Lo importante es qué se debe hacer para formalizar la informalidad. Si sólo se ofrece costo, burocracia y amenazas, entonces suele ser más barato operar en la informalidad que apegarse a las leyes sin recibir nada a cambio. Además, no tiene caso combatir la economía informal porque es el efecto de causas graves que son las que se necesita corregir: la falta de empleo, la pobreza y la rebelión contra injusticias sociales. El sano desarrollo de la economía debe ser garante de la creación de empleos y oportunidades para que ello haga atractivo a la gente el incorporarse a la economía formal.
La informalidad está en las actividades y no en la gente, la informalidad es corregible si se eliminan las causas. Se pueden identificar tres grupos:
•Sobrevivencia. Gente que se ve arrastrada hacia la informalidad debido a la inexistencia de oportunidades formales.
•Ingreso complementario. Los informales que complementan su bajo ingreso formal con otro informal.
•Cálculo racional. Los que toman la decisión de operar en la informalidad debido a que esto les permite eludir los excesivos costos de transacción que impone el marco legal y que además ven que sus impuestos son mal manejados por el sistema gubernamental.
En los últimos años algunos estados se han puesto en práctica programas que han mostrado resultados positivos en la disminución de la informalidad: Chihuahua presentó una disminución del 4.8%, Hidalgo 2.5%, Nuevo león 3.3% y Querétaro 4.4%. Los programas implementados en estas entidades son: Vivebus y Asesores Universitarios, Tuzobus, Jornadas de Acercamiento Laboral Específico (JALE) y Red Q.
Chihuahua cuenta desde 2013 con el nuevo sistema de transporte público Vivebús, en el cual se han formalizado 1.056 empleos de choferes urbanos, ninguno de los cuales contaba con registro de contrato, nómina ni asistencia médica, y más del 80% de los cuales carecía de acceso a la seguridad social. En Hidalgo, la experiencia del Tuzobús tiene prevista la regularización de 400 trabajadores directos en 2014.
Las "Jornadas de Acercamiento Laboral Específico (JALE)" de Nuevo León, tienen como fin elevar el índice de colocación de quienes integran la bolsa de trabajo del Servicio Estatal del Empleo, así como brindar capacitación gratuita a los buscadores de empleo para que adquieran habilidades en las áreas que demanda el sector productivo. Con JALE y se ha colocado un total de 16.300 empleos en el sector formal. La Red Q, que busca mejorar la eficiencia del transporte público de Querétaro, ha permitido formalizar 2 mil choferes, los cuales fueron inscritos en el IMSS.
Para el fomento empresarial contra la informalidad, Nuevo León tiene el programa "Hecho en Nuevo León", que busca impulsar el desarrollo comercial de la Mipymes del Estado a través de la asesoría comercial para la exportación a 1,100 empresas afiliadas. Baja California cuenta con el programa "Formalización de empresas de base social", que ha formalizado a 10,198 empresas desde el año 2009, y con el funcionamiento de la Escuela para Nuevos Empresarios, que brinda capacitación, consultoría y entrenamiento empresarial desde 2008. Ya se han creado 4.988 empresas.
La alta y persistente incidencia de informalidad en el empleo hace estrictamente indispensable la adopción de una estrategia que permita la generación de empleos formales y que al mismo tiempo elimine los incentivos para permanecer en la informalidad. Se puede trabajar en tres ejes específicos: la implementación de reformas en materia de protección ante el desempleo y la vejez; un programa nacional para la formalización del empleo con un claro protagonismo de las empresas y las instituciones públicas, y un conjunto de prácticas ya desarrolladas en entidades federativas que requieren ser analizadas y evaluadas como buenas prácticas para ser replicadas en otros contextos y a una mayor escala.
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