La semana pasada asistí en Toronto, Canadá, a la Conferencia sobre Optimización de Operaciones Mineras que organiza cada año la revista Mining Magazine para la industria minera del continente americano. En esta Conferencia se dan cita los principales promotores de la innovación en minería y durante tres días se presentan talleres de actualización tecnológica, casos de éxito y conferencias orientadas a la optimización de las operaciones mineras.
Este año, los temas que más sobresalieron durante los tres días de la Conferencia fueron: la necesidad de utilización de la innovación y la tecnología para aumentar la seguridad, disminuir los costos, aumentar la eficiencia y agregar valor a las empresas mineras en un entorno de incertidumbre y en constante cambio. Asimismo, se hizo mucho énfasis en la necesidad urgente de realizar trabajos colaborativos entre empresas y promover el trabajo en equipo, así como también -se mencionó en varias de las conferencias y casos de éxito-, la necesidad de lograr desarrollar empleados y trabajadores comprometidos con los objetivos, metas, misión y visión de las empresas mineras.
Prácticamente el común denominador en todas las sesiones fue el reconocer la necesidad urgente en la minería de evolucionar hacia el cambio, utilizando la tecnología de punta en todos los procesos mineros y el manejo efectivo de la información, de manera veraz, oportuna y precisa, para la toma efectiva de decisiones.
En el segundo día de nuestras sesiones, el diario The Epoch Times de Toronto, publicó en su sección financiera un artículo de dos páginas y media llamado "La mano invisible de la tecnología", escrito por Simon Veasey, miembro del staff editorial.
En este artículo se afirma que una nueva era en la tecnología avanzada está transformando la economía de formas que nadie puede controlar.
La parte que nos muestra que estamos en una nueva era de automatización no lo es la forma en que ordenamos la comida a través de aplicaciones especiales en los iPad colocados en las mesas de los restaurantes -el aeropuerto de Toronto tiene esta tecnología en prácticamente todos los restaurantes- y ello representa un verdadero reto para quienes no somos milenarios, sino nacidos "un poquito antes". Tampoco lo es la existencia de taxis sin chofer o los robots que hacen de todo. La era de la automatización se refleja, sobre todo, en los sueldos y salarios estancados.
Ryan Avent, Editor de The Economist dice en su libro La Riqueza de los Humanos: "Llamémosla cómo queramos: Revolución Digital, la Cuarta Era Industrial o la Era de las Máquinas, de cualquier manera, los robots no nos sustituirán en nuestros trabajos de la noche a la mañana, en lugar de eso, veremos cómo se diluyen nuestros sueldos, como se estresan los trabajadores y las instituciones. Así es como lucirá la gran revolución robótica".
El temor a la falta de trabajo en el futuro debido a la tecnología no es nuevo. Este temor surgió cuando se usaron los primeros tractores en la agricultura, pero entonces ese miedo se disipó al crearse nuevos empleos industriales. ¿Será diferente ahora? La automatización y la tecnología digital todavía no han reducido tan drásticamente el número de empleos, pero han afectado de gran forma el mercado del trabajo, reduciendo la clase media y concentrando más y más dinero en unas pocas manos.
La primera era industrial trajo consigo una súperabundancia de empleos, tal que incluso los niños eran empleados en las fábricas. Sin embargo, la tendencia ahora es que no se está creando una gran demanda de trabajos físicos. Hoy, los trabajadores de las líneas de ensamble y los empleados de nóminas de las fábricas, están siendo reemplazados por tecnología capaz de realizar trabajos rutinarios. Andrew McAfee, profesor del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés), dice: "Mi conclusión fundamental, es que esos trabajos rutinarios que sustituye la tecnología, ya no volverán".
En otro ejemplo de la era de la tecnología, está pronosticado que el desarrollo de la llamada inteligencia artificial, se duplicará cada año, de acuerdo a lo comentado por analistas del Bank of America-Merril Lynch, en su reporte del año 2015.
Por otra parte, cuando Martin Ford -futurólogo enfocado al impacto de la tecnología y de la inteligencia artificial en la sociedad- publicó en el año 2009 su primer libro acerca del desempleo que podría causar el desarrollo de la tecnología, prácticamente no registro ningún asombro o sorpresa. Pero, seis años después, Martin ganó varios premios de la prensa financiera por su libro "El aumento de los robots", el cual describe en términos muy crudos, la amenaza de los robots para la creación del desempleo futuro.
Una empresa de hamburguesa está probando un robot que prepara hamburguesas a la orden, sin la necesidad de que participen humanos.
La empresa dice que su robot de hamburguesas aumentará el empleo. La lógica que usa es que debido al bajo costo de la preparación de las hamburguesas, habrá más demanda y ello traerá más restaurantes, más empleo, los consumidores ahorrarán dinero y el excedente lo gastarán en otras cosas y ello aumentará empleos adicionales en otras áreas.
Debemos enfrentar la realidad, Andrew McAfee dice que "El error que yo he estado cometiendo es subestimar el avance tecnológico".
El impacto de la automatización continuará creciendo, aun sin el avance tecnológico, la tecnología disponible actualmente puede automatizar el 45% de las actividades industriales actuales, de acuerdo con un estudio de este año del McKinsey Global Institute. El único camino viable y sensato es hacerle frente a la tecnología y adaptarnos.
