Ante la caída en su popularidad en las encuestas recientes, Donald Trump lanzó esta semana una desesperada contraofensiva para recuperar terreno en donde incluye una nueva propuesta antiterrorista, además de realizar una fuerte sacudida en su equipo de campaña.
Como si se tratara de un capítulo más de su controversial programa de televisión "The Apprentice", el magnate neoyorquino despidió a varios de sus principales colaboradores al tiempo que designó a nuevos ejecutivos.
Stephen Bannon, director del portal conservador Breitbart News, fue nombrado director general (CEO) de la campaña de Trump, en tanto Kellyanne Conway, especialista en estrategia republicana y encuestas, ocupará el cargo de gerente de la campaña.
Los movimientos muestran enorme preocupación al interior del cuarto de guerra de Trump luego de los constantes y certeros ataques que los demócratas y el gobierno de Barack Obama han emprendido en las últimas semanas.
Contra lo que algunos esperaban, los movimientos republicanos apuntan a un reforzamiento de las posturas agresivas y populistas de Donald Trump en lugar de moderarse y procurar un acercamiento con los republicanos tradicionales.
El candidato republicano sale además al paso de las críticas al restarle facultades a su actual jefe máximo de campaña Paul Manafort, quien según la agencia AP ayudó al partido Ruso Ucraniano en el 2012 en una campaña de lobbying.
Manfort asumió el control de la campaña de Trump el pasado mes de junio luego del despido de Corey Lewandowski, pero no ha podido reencauzar el rumbo y la popularidad que alcanzó su máximo nivel al término de la convención republicana celebrada en Cleveland, Ohio.
La sacudida en el equipo de Trump se dio apenas un día después de que el aspirante a la Casa Blanca propuso un test ideológico para limitar el acceso de inmigrantes a Estados Unidos a "aquellos que compartan nuestros valores y respeten a nuestra gente".
Trump sostuvo que para combatir al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), "seremos duros e incluso extremistas". Comparó la guerra contra el terrorismo a la Guerra Fría y por ello -sostuvo-se requiere elevar los requisitos para la inmigración.
Fue sin duda una respuesta al documento emitido por cincuenta expertos en política exterior del partido Republicano, quienes dijeron que no votarán por Trump porque no están convencidos de su "capacidad para servir como comandante en jefe de las fuerzas armadas".
Tal declaración cimbró las estructuras de la campaña del candidato presidencial, quien ha recibido ataques de esta naturaleza, tanto de los demócratas como de su partido. El vicepresidente Joseph Biden dijo recientemente que las declaraciones de Trump sobre el Medio Oriente indican que no está calificado para ser presidente de los Estados Unidos.
A menos de tres meses de las elecciones más polémicas y beligerantes de las últimas décadas, la pregunta que todos se hacen es si Trump tendrá tiempo para recuperar el terreno perdido o si por el contrario la ventaja de seis a diez puntos que ha conseguido la candidata demócrata Hillary Clinton será definitiva e incluso incrementada en las próximas semanas. (La encuesta de la revista Time, difundida esta semana, ubica a Hillary con el 48% contra 40.3% de Trump).
Hay un dato, sin embargo, que no debe perderse de vista. Los electores indecisos suman todavía un alto porcentaje y su volatilidad es tan alta como la del peso mexicano.
Un incidente, una declaración e incluso un traspiés en los días previos a la elección, podría cambiar drásticamente el ánimo de los votantes y por ende el resultado de esta dramática elección presidencial del 2016.
APUNTE FINAL
En un país políticamente civilizado, en donde los puestos públicos no se dan por amistad ni compadrazgos, hace muchas horas que el controvertido director de la Conade, Alfredo Castillo, habría sido cesado y regresado a su país, tanto por el paupérrimo desempeño de la delegación mexicana a los Juegos Olímpicos de Brasil como por su frívolo comportamiento. Lo bueno es que quedan pocas horas de agonía para el equipo azteca en donde hasta ayer jueves apenas se tenía amarrada una medalla olímpica.
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