Relevos. La investigación contra Lula por la Operación Lava Jato es transferida a la máxima autoridad judicial del país.
El plenario del Supremo Tribunal Federal (STF) dictó ayer por mayoría que las investigaciones contra el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva por su eventual implicación en la trama Petrobras pasen a manos de la máxima instancia judicial de Brasil, según la decisión adoptada ayer aquí.
De esta forma, la investigación contra Lula por la Operación Lava Jato -en manos hasta la fecha del juez Sergio Moro, que dirige el caso en primera instancia- es transferida a la máxima autoridad judicial del país.
La mayoría de los magistrados del STF estimó que toda la investigación debe recaer en éste, ya que algunos de los desdoblamientos del caso afectan a personas con fuero privilegiado, por lo que no pueden ser juzgadas en primera instancia.
De esta forma se refería a las grabaciones telefónicas difundidas entre Lula y la presidenta Dilma Rousseff, en el centro de la polémica sobre si la mandataria le habría nombrado ministro para que su predecesor escapara a la Justicia ordinaria.
El Supremo señaló, sin embargo, que podría dividir las investigaciones y enviar parte de ellas a la primera instancia posteriormente.
Esta decisión del Supremo, que la semana próxima debe decidir si suspende o permite la toma de posesión de Lula como ministro de la Casa Civil, supone una victoria para el expresidente, que quería evitar que su caso fuera juzgado por el magistrado Moro, quien ha encarcelado a importantes empresarios en el marco de la trama.
Dan su apoyo a Dilma
Miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de 19 estados brasileños para apoyar a la presidenta Dilma Rousseff, amenazada por un proceso político (impeachment) en el Legislativo y por la pérdida de apoyos políticos en la coalición gubernamental.
Vestidos de rojo y portando la bandera de Brasil, miles de personas convocadas por movimientos sociales, sindicatos y organizaciones de izquierda se movilizaron para exigir el fin de las tentativas de "golpe" para provocar la salida de la jefa de Estado. En Sao Paulo, los manifestantes ocuparon la céntrica Plaza de Sé, y en Brasilia miles de personas realizaron una caminada por la ciudad.