Es la primera vez que se consigue conservar un cultivo de células progenitoras de nefrona con la capacidad de integrarse al riñón y funcionar como parte del mismo.
Investigadores del Salk Institute for Biological Studies de California, en colaboración con expertos del Hospital Clínic y el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer de Barcelona, crearon estructuras renales con la ayuda de un cultivo tridimensional y una combinación de moléculas de señalización, un avance científico que haría más viable la posibilidad futura de crear un riñón que pueda ser trasplantable.
Las células progenitoras de nefrona (CPN) están presentes en el cuerpo durante un breve periodo durante la etapa del desarrollo embrionario. Las células pasan a formar nefronas (una unidad de estructura del riñón), responsables de la filtración de la sangre y de la excreción de la orina.
La investigación publicada en la revista “Cell Stem” señala que esta es la primera vez que se consigue conservar un cultivo de células progenitoras de nefrona con la capacidad de integrarse al riñón y funcionar como parte del mismo. “Si somos capaces de cultivar otras células progenitoras, estaremos más cerca de crear un riñón trasplantable", afirma Juan Carlos Izpisua Belmonte, profesor del Laboratorio de Expresión Génica en el Salk Institute y encargado del proyecto. "Un suministro de estas células podría ser un punto de partida para hacer crecer órganos funcionales en el laboratorio, así como una manera de empezar a aplicar terapias celulares en riñones con genes defectuosos", añade el investigador.
Los logros de este equipo de científicos no sólo representan una posibilidad para estudiar más a fondo los problemas renales y otras enfermedades, sino también la posibilidad de trasplantes de órganos creados en un laboratorio. Un estudio de este tipo de las células también permitirá a los especialistas conocer más a fondo la progresión de enfermedades, su posible tratamiento, su mutación y hasta su prevención.
