Captura. La policía ha detenido a migrantes que buscan pasar la frontera.
La tensión política y social en Francia acerca del campamento de inmigrantes situado en Calais aumentó en las últimas horas por la construcción de un muro y por el aprovechamiento electoral de esta dramática situación.
Aunque el problema está hace tiempo enquistado, la inestabilidad se ha recrudecido en el campamento de Calais, popularmente conocido como "La Jungla", y cuyos cerca de 10,000 habitantes siguen en un insoportable limbo legal, denunciaron cooperantes en el terreno y habitantes del emplazamiento.
Según estas mismas fuentes, ha contribuido a enturbiar el ambiente tanto la construcción del nuevo muro en los alrededores del recinto, como el uso político que el Gobierno socialista y la oposición conservadora hacen de este emplazamiento cuando restan apenas ocho meses para las elecciones presidenciales.
Oficialmente, la construcción de un muro al sur del espacio que ocupan hoy miles de demandantes de asilo y emigrantes de Sudán, Afganistán, Eritrea o Somalia tiene como objetivo proteger a los camioneros que circulan con destino al Reino Unido de los frecuentes abordajes.
Los emigrantes montan obstáculos en la carretera para forzar a los camiones a que se paren y, en ese momento, aprovechan para meterse en los bajos de los vehículos, cuyo destino final es el Reino Unido, país a menos de dos horas de la norteña Calais.
En punto crítico
Junto al plan de desmantelamiento del asentamiento, confirmado ayer mismo por el Ejecutivo como una forma de preservar el orden y respetar los derechos humanos, el levantamiento de un muro de un kilómetro de longitud y cuatro metros altura ha echado más leña al explosivo ambiente de "La Jungla". La policía francesa volvió a lanzar gases lacrimógenos en las cercanías del campo para dispersar a las varias decenas de inmigrantes que buscaban introducirse en los camiones que van al Reino Unido.
Pero la nueva valla no parece haber cohibido a los más jóvenes, que seguirán arriesgando sus vidas para meterse en los bajos de los vehículos, como pretende hacer el sudanés Youssef, de 17 años. "Me llamo Youssef y soy británico (risas). Bueno, dentro de dos días lo seré, cuando me cuele en un camión hacia el Reino Unido", confesó.