Joe Flacco no ha tenido una buena temporada con los Ravens. (AP)
A pesar de haber ganado juntos un Super Bowl, el exdefensor estelar Ray Lewis cuestionó públicamente el tipo de carácter que posee el mariscal de campo Joe Flacco, de los Ravens de Baltimore, después de la temporada irregular que lleva al frente del equipo.
Por primera vez, Lewis cuestionó públicamente la pasión de Flacco con el juego cuando se le preguntó por qué el pasador estelar de los Ravens ha sido inconsistente.
"¿Dotado? Sin duda. ¿Apasionado por lo que hace? Nunca he visto eso", declaró Lewis en un programa. "No sé cómo luce eso en su persona".
Flacco guió a Lewis y los Ravens al título de Super Bowl hace cuatro años.
Ese logro deportivo es el que ha hecho que la mayoría de los jugadores de los Ravens hayan apoyado a su mariscal de campo al recordarle a Lewis que ganó un Super Bowl después de tener una deslumbrante carrera en la fase final.
Flacco, quien actualmente está en el puesto vigésimo noveno de la NFL en índice de pasador, ha sido criticado a través de los años por no ser emocional, incluyendo algunas veces por Lewis, pero nunca de la manera como lo hizo esta vez.
Flacco y Lewis, quienes fueron compañeros por cinco temporadas (del 2008 al 2012) fueron los dos polos opuestos en su manera de expresarse y entender el compromiso deportivo dentro del equipo.
Mientras que Flacco siempre ha sido estoico, sin ninguna concesión a las emociones, Lewis se mostraba en todo momento expresivo e intenso antes, durante y después de cada partido.
"No sé cuántas veces han escuchado a alguien salir y defender que es el mejor compañero que han tenido", sentenció Lewis. "No sé cuántas veces escucharán eso. Quizás es porque su personalidad no es esa personalidad. No es un tipo que hable mucho. No dice mucho".
En el 2013, Flacco bromeó con los discursos apasionados de Lewis antes de los partidos.
"Adoro a Ray y amo la manera en que siempre habla desde el corazón, pero si escuchas sus discursos, muchos de ellos ni siquiera tienen sentido", indicó Flacco. "Él quería decir todo lo que decía, pero no sabía de qué estaba hablando el 90 por ciento del tiempo".