'Se están viendo las opciones de ya sea cambiar el elevador o ver otras opciones de mantenimiento', dijo Cecilia de la Rosa, administradora del Palacio de Justicia.
El sitio en donde se ejerce la justicia, no es "justo" para las personas de la tercera edad y sobre todo con las que padecen alguna discapacidad. No cuenta con la infraestructura necesaria para hacer frente a las fallas que frecuentemente presenta su único elevador que data de más de 16 años.
Infraestructura
Se trata del Palacio de Justicia en Torreón, sitio que se ha vuelto un "reto" para el abogado Manuel Alejandro Caro Puente, quien para desplazarse requiere de su silla de ruedas, al sufrir paraplejia desde hace 26 años.
Son ocho juzgados y un Tribunal de Segunda Instancia los que se encuentran en el edificio, ninguno en la parte baja, todos dispersos entre el segundo y tercer piso.
No hay rampas, ni escaleras eléctricas, únicamente un elevador que tiene más de cuatro semanas descompuesto ante la falta de una pieza que el proveedor de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, no ha enviado.
Ante tal situación, las personas mayores sólo toman aire, mucho aire para subir las escaleras lenta y cuidadosamente y siempre tomados de los pasamanos.
El caso de Manuel Alejandro es más complejo. Si el elevador no funciona, debe "aprovechar" la presencia de los cargadores, quienes se encargan de realizar los desalojos, para poder subir.
Entre dos o hasta cuatro lo han subido hasta la parte más alta del edificio, poniendo en riesgo así la integridad, tanto de él mismo como la de las personas que le ayudan a subir.
En el edificio en donde se encuentran los juzgados familiares, es imposible ejercer su profesión, pues todos se encuentran en el segundo piso y carece de elevador y toda la infraestructura necesaria.
Opciones
"Se están viendo las opciones de ya sea cambiar el elevador o ver otras opciones de mantenimiento", dijo Cecilia de la Rosa, administradora del Palacio de Justicia.