Visita. El espectáculo oriental formó parte del Festival Internacional de las Artes de Coahuila Julio Torri 2016.
Con el tradicional colorido oriental y los instrumentos propios de una cultura musical diferente a la occidental, además de una propuesta original, se presentó anoche en el Teatro Isauro Martínez la agrupación taiwanesa A Moving Sound (Sheng Don), en el marco del Festival Internacional de las Artes de Coahuila Julio Torri 2016.
Cuatro músicos escoltaron la voz de la cantante Mia Hsieh; el erhu; un zhong ruan, un grupo de cerca de seis percusiones y un bajo; que además de acompañar una gran voz de timbres agudos, buscaron recorrer los sonidos tradicionales de la música oriental, con una marcada sobriedad, que según explicó la misma cantante era propia de la música de China que influenció la cultura de Taiwán.
Si bien el espectáculo presentaba algunas fusiones muy contemporáneas, con elementos de la música occidental, la identidad de la propuesta que se presentó anoche como parte del Julio Torri, fue marcada, tanto por la voz de la cantante, como por las expresiones corporales que comúnmente usan en su música al momento de cantar, incluyendo sonidos agudos, y efectos vocales muy pronunciados.
Además de cantante Mía Hsieh, es bailarina, un elemento que originalmente camina de la mano en la música oriental.
Durante el concierto los integrantes de la agrupación explicaron algunas de las características no sólo de su propuesta, sino de los aspectos técnicos del sonido de los instrumentos con los que se presentaron. "Es increíble visitar México porque es una cultura milenaria, me encanta la conexión que logramos con el público, tenemos muchas cosas en común aunque no seamos vecinos, ojalá las podamos decir a través de la música", dijo la cantante.
Buena respuesta del público lagunero al concierto, no sólo en asistencia, que superó los 350 espectadores, sino a la atención y entrega a la agrupación, que por cierto cuenta con músicos muy jóvenes, pero de gran formación.
Sonidos con cuencos, canciones emotivas y llenas de expresión, buscaron en palabras de la propia cantante, más que mostrar la cultura de un país, o una etnia, trasmitir emociones, llevar un mensaje y hablar en un idioma universal. A lo largo de más de una hora y media, los músicos taiwaneses ofrecieron un concierto sin intermedio, esfuerzo reconocido por el público lagunero que además de aplausos, aprovecho para tomarse fotos con los jóvenes a la salida del escenario.