Perspectiva. Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal observa un escenario favorable.
El debate sobre una probable alza de tipos de interés en Estados Unidos antes de fin de año vuelve a coger fuerza tras las palabras de la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, ayer en la conferencia de Jackson Hole donde afirmó que el argumento para el ajuste monetario se ha reforzado "en los meses recientes".
"A la luz del continuado y sólido comportamiento del mercado laboral y nuestras perspectivas de actividad económica e inflación, creo que el argumento para un alza en los tipos de interés se ha fortalecido en los meses recientes", dijo Yellen en su esperado discurso en la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole (Wyoming).
Se trata de la primera comparecencia pública de la presidenta de la Fed tras el receso veraniego, y supone una nueva muestra de que el banco central vuelve a poner sobre la mesa el ajuste monetario en su próxima reunión de septiembre.
Los tipos de interés se encuentran actualmente entre el 0.25 por ciento y el 0.50 por ciento, tras la subida de diciembre pasado, la primera en casi una década.
Tras anunciar hasta cuatro posibles subidas de tipos en 2016, el sombrío panorama internacional y las dudas sobre la economía interna después de varios indicadores débiles en Estados Unidos forzaron el aplazamiento del ajuste monetario.
"Aunque el crecimiento económico no ha sido rápido, ha sido suficiente para generar una mayor mejoría en el mercado laboral", afirmó Yellen. Para el futuro, la presidenta de la Fed espera "un crecimiento moderado en Producto Interior Bruto real, un adicional fortalecimiento y la inflación elevándose hasta el dos por ciento en los próximos años".
Al organismo le quedan tres reuniones de política monetaria antes de que finalice el año, la más cercana la del 20 y 21 de septiembre.
No obstante, los mercados apuntan a la última, en diciembre, como la más probable. Antes de las palabras de Yellen, se dio a conocer el segundo cálculo del PIB en el segundo trimestre del año en Estados Unidos, que se situó en un poco convincente ritmo anual 1,1 por ciento.
Se confirma así el cambio de tono en el seno del banco central, apuntado en las últimas semanas por pesos pesados de la Fed como el presidente de la Reserva de Nueva York, William Dudley, y el vicepresidente del banco, Stanley Fischer.
Fischer ha asegurado que la economía estadounidense se encuentra "cerca de nuestros objetivos" de pleno empleo e inflación del dos por ciento anual.
Por su parte, Dudley pronosticó ayer una "cierta aceleración" en las perspectivas de crecimiento económico de Estados Unidos en la segunda mitad del año, por lo que apuntó como "posible" una subida de tipos de interés en la reunión de septiembre. Asimismo, la presidenta de la Reserva Federal de Kansas City y anfitriona de la conferencia en este apartado complejo vacacional, Esther George, sostuvo que "es hora de mover los tipos de interés" en EU, aunque matizó que debe hacerse gradualmente, antes del inicio de la conferencia de Jackson Hole. Tanto Fischer, como Dudley y George cuentan con voto en los encuentros de política monetaria de la Reserva Federal.
A la reunión de Jackson Hole no han acudido en esta ocasión los jefes del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ni el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que encaran el desafío de gestionar la política monetaria en Europa tras la decisión del Reino Unido de abandonar el bloque europeo.
Crece PIB de EU 1.1 %
El Departamento del Comercio revisó ligeramente a la baja el ritmo de crecimiento de la economía de EU durante el segundo trimestre del año, colocándolo ahora en 1.1 por ciento del PIB. La nueva cifra contrastó de manera mínima con el 1.2 % que la dependencia reportó en julio pasado, cuando presentó su primer informe sobre la actividad económica entre abril y junio pasados.
Sin embargo, la cifra se mantuvo por encima del 0.8 por ciento reportado durante los primeros tres meses del año, lo que evidencia la marcha desigual que continúa experimentando la actividad económica, que tuvo un débil arranque este 2016 comparado con 2015. El moderado crecimiento económico durante el segundo trimestre del año estuvo empujado por un favorable consumo interno y un alza en las exportaciones, que amortiguaron el negativo impacto en la baja de los inventarios de las empresas privadas y en las inversiones de capital.
Impacta perspectiva de calificadora al peso
El peso cerró la semana con una depreciación de 1.98 por ciento o 36 centavos, al ofrecerse en 18.58 pesos por dólar, la cual se concentró en las sesiones del martes y el viernes, de acuerdo con Banco Base. Ello, debido a una perspectiva negativa sobre la deuda soberana de México y un incremento en la probabilidad de que la Reserva Federal suba su tasa de rendimiento. El martes pasadoStandard & Poor's revisó a la baja la perspectiva para la deuda soberana de México de estable a negativa. Aunque las calificaciones de la deuda soberana en divisa extranjera y nacional fueron reafirmadas, la calificadora explicó que el cambio de perspectiva refleja una probabilidad de uno en tres de recortar la calificación crediticia en los próximos 24 meses. Detalló que en caso de que la deuda o los intereses, servicio de la deuda, se incrementen más de lo previsto, en balance, el riesgo de que el servicio de la deuda crezca por el déficit fiscal, la posibilidad de incrementos en tasas y la depreciación del peso, ponen en riesgo la calificación crediticia del país.