Doña Francisca Herrera, quien vive en el ejido Patrocinio de San Pedro, no recuerda cuando fue la última vez que hubo agua potable en su comunidad, pues llevan décadas sin contar con el vital líquido. Todavía el año pasado les llevaban agua mediante pipas dos o tres veces por semana, pero ahora literalmente tienen que secuestrar a los choferes de los camiones cisterna para obligarlos a que les lleven agua.
Hace más o menos un año la Comisión Nacional del Agua (Conagua), instaló algunos tinacos gigantes para verter el agua que en un inicio se les llevaba en pipas de la dependencia, sin embargo, dicen los vecinos que desde hace unos cinco meses se les dejó de llevar el vital líquido y ahora el Simas les entrega una vez por semana siempre y cuando cumplan con el pago del recibo, es decir, les cobran un servicio que no tienen y el recibo mensual les llega de 59 pesos.
Para preparar los alimentos y beber deben comprar agua purificada, cuyo garrafón cuesta 13 pesos.
En la misma circunstancia se encuentran prácticamente todos los ejidos de la parte baja, como San Nicolás, Mayrán, Santa Rita, Sofía de Abajo, Presa de Cleto y Cleto.
Incluso en su desesperación la tarde-noche del miércoles habitantes del ejido Mayrán retuvieron por varias horas las pipas que llevaban agua a otras comunidades, para exigir que también se les entregara a ellos.
Promesa
Los vecinos recordaron que alcaldes llegan, alcaldes se van y les prometen que ya van a tener agua, pero los años pasan y ellos siguen batallando por no contar con el vital líquido.