Espías. Los futbolistas fueron acusados de ser espías del grupo rebelde kurdo y fueron decapitados en público.
Un grupo de yihadistas pertenecientes al Estado Islámico (ISIS) decapitó a cinco personas, entre ellas, tres futbolistas y su director técnico en el centro de la ciudad de Raqqa en Siria.
La razón de los homicidios fue que los líderes religiosos de esta agrupación, aseguraron que el apoyo al futbol era contrario a las leyes del Islam y además se les acusó de ser espías del grupo rebelde kurdo.
Los radicales cortaron las cabezas de los futbolistas Osama Abu Kuwait, Nihad al Hussein, Ihssan al Shawakh y a su hermano Ahlmed al Shawakh, quien era el director técnico del popular equipo sirio Al Shabab. El quinto individuo aún no ha sido identificado.
El crimen fue cometido frente a decenas de personas, entre las que se encontraban niños y adultos mayores, y al terminar dejaron sus cuerpos tirados sobre el asfalto.
Ante esta situación, el presidente de la Unión General de Deportes, Muafak Joma, condenó los crímenes, pero al mismo tiempo admitió que no le resultaba extraño el comportamiento de la organización extremista, ya que continuamente realizan acciones similares.
Cabe resaltar que hace dos años que ISIS tomó la región de Raqqa, prohibió los deportes organizados como el futbol.
ANTECEDENTE
Este ataque de ISIS contra personas relacionadas al futbol no ha sido el primero, en 2015 se registró un acto sanguinario cuando el grupo ejecutó a 15 jóvenes por estar observando el juego entre Irak y Jordania en la Copa de Asia, este acto se dio en la ciudad de Mosul.
Las 15 personas fueron secuestradas y asesinadas en público con armas automáticas, luego que a través de altoparlantes el grupo anunció a todos que iban a morir.
"Los cuerpos permanecieron en la intemperie y sus padres no pudieron recogerlos, por miedo a ser también asesinados por la organización terrorista", reveló el grupo a través de su página web.
