El Gobierno salvadoreño decretó ayer el "estado de emergencia" en 7 de las 21 prisiones del país e informó de que trasladó a 299 líderes de pandillas presos a la cárcel Quezaltepeque, como parte de las medidas con las que busca parar el recrudecimiento de la violencia en el país.
El ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, dijo ayer martes que el decreto de "estado de emergencia" en las 7 cárceles se prolongará 15 días, tiempo en el que "se van a desarrollar operaciones de seguridad dentro y fuera" de esas instalaciones. Esas operaciones implican que "intervengamos las viviendas particulares y todo tipo de establecimiento que esté ubicado en los alrededores" de las cárceles, que "han venido usando (las pandillas) para mantener su influencia en los entornos de los centros penales", detalló Landaverde en conferencia de prensa.
Por su parte, el director general de Centros Penales, Rodil Hernández, dijo que se suspenden las visitas y hay un "encierro permanente...".