Muchas parejas experimentan este accidente justo al momento en que sostienen relaciones sexuales y la mujer hace movimientos bruscos de manera incansable.
Cuando se trata de vivir la sexualidad, el VIH y los embarazos no deseados no son los únicos factores de riesgo a los que se enfrentan las personas. El sexo seguro, no se trata solamente de “hacer el amor” con un preservativo. Debemos tener presentes los peligros que conllevan las relaciones sexuales, esto, si queremos disfrutar al máximo sin hacernos daño.
Existen lesiones comunes durante el sexo, una actividad que provoca una alta e intensa exigencia física que muchas parejas llevan al extremo con posiciones sexuales muy atléticas o exigentes. Incluso, los especialistas coinciden en que puede ser considerada como una actividad de alto riesgo, que puede dejar lesiones que quedarán como un recuerdo de un apasionado encuentro.
Algunos de los accidentes más comunes que pueden llegar a suceder durante la intimidad, desaparecen con el tiempo pero hay otros que podrían necesitar ayuda médica. En la mayoría de los casos, estos pequeños percances se limitan a simples torceduras, caídas de la cama u otros daños colaterales, como el ocasional: objeto roto. La lesión sexual más común es el desgarre vaginal que dentro del acto, se produce por la falta de excitación de la mujer, por una penetración demasiado enérgica o también, por un pene de gran tamaño.
La excitación sexual, genera en nuestra vagina un lubricante natural que humedece las paredes vaginales y la prepara para recibir el pene. Por ello, si la vagina no está lo suficientemente húmeda y la penetración se produce de forma brusca, corremos el riesgo de que se produzcan este tipo de lesiones. Por todo ello, antes de la penetración es recomendable tomarse tiempo en los preliminares o utilizar lubricantes a base de agua para combatir la sequedad vaginal.
Otra complicación durante la actividad sexual, puede ser alguna lesión en el ano. La más frecuente es la fisura anal que tiene que ver con la herida que se localiza en la entrada del recto y puede variar entre un desgarre a una herida profunda, todo dependiendo de la fuerza que haya tenido el evento. Puede causar deposiciones dolorosas y sangrado durante las mismas, así como estreñimiento. El uso de lubricantes y la excitación son fundamentales para evitar este tipo de lesiones y riesgos. Si el sexo anal se practica con suavidad y sin forzar, no tendrían por qué producirse accidentes.
En el caso de los varones, una de las lesiones más frecuentes es que el frenillo del pene se desgarre durante el acto sexual. El frenillo es el tejido elástico que se encuentra debajo del glande y su función es controlar los movimientos del pene, así como proporcionar el máximo placer en una relación sexual. Resulta ser que este frenillo, cuando sufre exceso de fricción con la vagina, puede llegar a desgarrarse, ocasionando mucho dolor e incluso una pequeña hemorragia. Para sanar esta lesión, se recomienda acudir al médico para que realice una pequeña sutura en la zona y se pueda remediar este inconveniente.
Una lesión que debe atenderse de forma oportuna, es la fractura del pene. Sí, el pene se puede romper aunque sea un órgano sin hueso. Esto ocurre cuando al sexo masculino se le aplica exceso de fuerza cuando se encuentra en estado de erección. Muchas parejas experimentan este accidente justo al momento en que sostienen relaciones sexuales y la mujer hace movimientos bruscos de manera incansable.
Aunque el sexo es uno de los mejores placeres de la vida, otra lesión bastante común es aquella que se presenta en la espalda. Por lo general, aparecen dolores muy intensos en esta zona del cuerpo que derivan de haber hecho un esfuerzo extraordinario durante varios días y de manera continua, que precisamente pueden llegar a convertirse en un desgarre muscular e incluso, a la larga, podría presentarse un problema en la columna.
Para los caballeros, una de las zonas más sensibles del cuerpo son los testículos, un área donde también se presentan incidentes derivados de algún golpe fuerte. Podría presentarse una torsión, que es cuando el testículo rota de posición e impide el paso correcto de la sangre, y también pueden sufrir una ruptura testicular, que se da comúnmente cuando se golpean fuerte y constantemente contra el hueso del pubis. Para aliviar ambas será necesaria una pequeña cirugía.
Algo que sucede tanto en hombres como mujeres, es la irritación, un mal que aqueja a aquellas parejas que tienen una vida sexual sumamente activa. Sienten dolor e irritación en la vagina, debido a la falta de lubricación, producto de ser penetrada en exceso. Lo mismo sucede con el pene. No debemos olvidar que el sexo es un ejercicio físico y por lo tanto, el provocarlo con mucha frecuencia, a la larga nos generará mucho cansancio y las molestias musculares se harán presentes. A esto se le conoce como agotamiento físico.
Posiciones peligrosas
El especialista Silvestre Faya Romero, psicólogo y sexólogo explicó que dentro del acto sexual, las posiciones que representan riesgo al varón son aquellas que lo someten. “Una de las posiciones más frecuentes, es la mujer ahorcajada mientras él está boca arriba y que la penetración y el ritmo la controla ella, muchas veces en la emoción del momento, el pene se puede llegar a doblar o fracturarse, un movimiento brusco que logra provocar un daño en los cuerpos cavernosos y un proceso de cicatrización posterior”, afirmó el especialista. Si esto ocurre, después se puede presentar una desviación, una curvatura que puede venir acompañada de dolor.
Faya Romero, señaló que todas las posiciones en donde el varón está a expensas del ímpetu de la mujer, lo ponen en riesgo. Otra de la más frecuente, es cuando permanece sentado.
“Cuando la mujer está penetrándose así misma, manteniendo el ritmo, ahí puede también provocar el que se dé ese tipo de lastimadura fuerte”, añadió. Si existe dolor al momento de que se dobla el pene, se tiene que acudir a un servicio médico urgente.
El sexo oral ¿es seguro?
Otro de los puntos que se abordan dentro de la actividad sexual es el sexo oral, acto que consiste en estimular los órganos genitales masculinos y femeninos con la boca, los labios y la lengua, con la finalidad de dar placer a la pareja.
Sobre este tema, el especialista mencionó que los procesos infecciosos que el pene o la vagina presenten, se pueden adquirir a través esta práctica. “Eso es del conocimiento general, la idea de que el sexo oral no trae problemas está muy generalizada”, comentó.
Según informó, el 8 por ciento de los contagios de VIH, son a través del sexo oral. El Virus del Papiloma Humano, puede aparecer por la misma práctica, por lo que el especialista señaló en que la manera de protegerse, es que no practiquen sexo oral a un varón, si no está protegido con un condón. Y esto además puede mejorar el acto sexual ya que las tiendas que se especializan en vender productos para adultos manejan condones con sabores de muchas frutas.
Otra de las situaciones, es la colocación del condón. “Cuando van a tener la relación sexual es cuando se empiezan a poner los condones (…) muchos varones pierden la erección cuando se ponen el condón, las fábricas de condones los hacen para que sean cómodos, para que no los sientan, para que funcione sexualmente bien, esté protegido y sea resistente, tanto el varón como la mujer, deben de practicar en ponerse el condón, hay femenino y masculino”, manifestó.
Así que ya lo sabes, con estas recomendaciones evitarás el riesgo de sufrir una lesión y disfrutarás más de hacer el amor sin contratiempos.
Reglas de convivencia sexual:
1. Mantén comunicación con tu pareja.
2. Si vas a practicar el sexo oral, usa preservativo.
3. Infórmate sobre las lesiones que se contraen durante la actividad sexual.
4. Si tienes dudas, acude con tu especialistas.
5. Considera usar un condón femenino para el sexo con penetración vaginal.
6. Ten en cuenta que el sexo oral y anal, también son riesgosos.
