Se perfila. Hillary Clinton todavía celebrará elecciones primarias con Bernie Sanders, que analistas señalan tiene cero posiblidades de ganar la elección.
Los aspirantes a la nominación presidencial demócrata, Hillary Clinton y Bernie Sanders, se medirán mañana martes en media docena de estados de Estados Unidos durante la recta final de las elecciones primarias, mientras el virtual nominado republicano Donald Trump ya saborea el éxito.
La etapa de primarias llegará prácticamente a su fin mañana martes, cuando celebran elecciones California, Montana, Nueva Jersey, Nuevo México, Dakota del Norte y Dakota del Sur.
Los comicios demócratas del 14 de junio en el Distrito de Columbia pondrán el broche de oro al agitado período de primarias, pero la jornada de mañana martes es crucial para las elecciones presidenciales pues se reparten 303 delegados en el bando republicano y 806, entre los demócratas.
Las opciones de Sanders para ser el candidato demócrata son casi cero, teniendo en cuenta que la ex secretaria de Estado está a apenas 60 delegados de cruzar los 2, 383 necesarios para convertirse oficialmente en la nominada por su partido para las elecciones presidenciales de noviembre.
No obstante, tanto Sanders como Clinton han incrementado sus esfuerzos en California, conocida como el "estado Dorado" y que el martes reparte de forma proporcional 546 delegados encargados de designar de manera oficial al candidato demócrata en la convención que se celebrará en julio en Filadelfia (Pensilvania).
En la última semana, Sanders, senador independiente por Vermont, ha recortado casi 10 puntos a Clinton que aglutina el 47.7 % del apoyo de la opinión pública de California frente al 43 % del respaldo que recibe el legislador, según la web Real Clear Politics, que confecciona un promedio diario de los principales sondeos.
En California, donde hay en juego 172 delegados republicanos, Trump se enfrenta a un estado con un 40 % de población hispana, minoría en la que ha concentrado sus ataques.
Durante la campaña, Trump ha repetido que quiere ganar en las elecciones presidenciales de estados en los que los republicanos no triunfan desde la década de los 80, como Oregón, Nueva York y la propia California, donde el último presidencial republicano en ganar fue George H.W. Bush en 1988.
Los discursos de Trump en California han aparecido en televisiones y portadas de periódicos por episodios de violencia como el registrado la semana pasada en San José, donde hubo varios arrestos tras una batalla campal, en la que se lanzaron puñetazos, botellas y huevos contra simpatizantes del magnate.
Ese rechazo visceral contra Trump puede traducirse en poca participación electoral tanto en California como en Nuevo México, otro estado con una importante proporción de hispanos y en donde el magnate insultó a la republicana Susana Martínez, la primera mujer latina gobernadora de todo el país. Nuevo México reparte 24 delegados entre los republicanos y 43 entre los demócratas.
Según Real Clear Politics, la última encuesta sobre los comicios llevada a cabo en Nuevo México se efectuó en febrero y mostró a Clinton 14 puntos por encima de Sanders, aunque es poco significativa porque mucho ha cambiado en la carrera demócrata desde entonces.
Por otro lado, en Nueva Jersey se reparten 51 delegados republicanos, 142 delegados demócratas y podría ser el lugar donde Clinton cruce la barrera de los 2, 383 delegados para convertirse en la virtual nominada demócrata, según la web especializada en política y elecciones Five Thirty Eight.
Nueva Jersey (costa este de Estados Unidos) reparte menos delegados que California (costa oeste), pero las urnas cierran antes y si Clinton consigue suficientes votos podría hacerse con la victoria al principio de la noche.
Clinton conseguirá mañana martes los delegados necesarios para la nominación, pero Sanders prometió seguir dando la batalla hasta la convención de julio y tiene la esperanza de ganar en California, el premio gordo de la noche, así como en Montana, Dakota del Norte y Dakota del Sur, que reparten en total 75 delegados demócratas.
Dakota del Norte celebrará caucus (asambleas populares) para los demócratas, mientras que los republicanos no votarán en esta región y permitirán que sus 28 delegados estatales acudan con la posibilidad de votar a quien quieran en la convención nacional de julio en Cleverland (Ohio).
El período de primarias, que comenzó en febrero en Iowa y Nuevo Hampshire, es especialmente largo para los demócratas en comparación con 2008, cuando el ahora presidente Barack Obama se aseguró la nominación el 3 de junio, venciendo a Hillary Clinton.
En el bando republicano Trump aseguró su nominación el 26 de mayo, casi la misma fecha en la que Mitt Rommney logró el 29 de mayo de 2012 la candidatura republicana.
Trump saborea una nominación segura, pero se enfrenta al desafío de unir a su partido para recuperar la Casa Blanca y conservar la mayoría en el Congreso, donde legisladores tan importantes como el senador por Arizona John McCain temen perder su escaño por las propuestas xenófobas del magnate.
Llaman a Trum cesar ataques a juez
Dos influyentes senadores republicanos pidieron a Donald Trump a cesar sus ataques contra el juez hispano que preside una demanda contra la Universidad Trump, sumándose al amplio rechazo al tratamiento del magistrado federal por el casi seguro candidato presidencial del partido.
Un tercer republicano prominente que también respalda a Trump llamó al millonario a comenzar a comportarse como “un potencial líder de los Estados Unidos”. “Todos le apoyamos ahora”, dijo el líder de la mayoría senatorial republicana Mitch McConnell, que añadió que es hora de unificar el partido, no de “ajustes de cuentas ni resentimientos. Espero que él cambie su dirección”.
Hasta el momento, Trump se ha negado, reiterando en entrevistas televisadas el domingo que la herencia mexicana del juez Gonzalo Curiel significa que éste no puede asegurar un juicio justo contra un millonario que quiere construir un muro fronterizo para impedir el ingreso no autorizado de personas desde México. Curiel nació en Indiana, de padres mexicanos, lo que en opinión del candidato, lo vuelve “alguien que odia a Donald Trump”. Respecto a ese argumento, McConnell dijo en la NBC: “No podría estar en más desacuerdo”.
“No condono sus comentarios”, añadió el senador republicano Bob Corker, que preside la comisión de Relaciones Exteriores del Senado”, en el programa de la ABC “This Week”. Newt Gingrich, que en la década de los 90 se convirtió en presidente de la Cámara de Representantes con promesas de abrir más el Partido Republicano a las minorías, expresó la más severa advertencia.
DE
junio serán las últimas primarias de los demócratas.