Descubre... Cuetzalan, Puebla
Un paraíso en la niebla.
Se dice que el nombre original de Cuetzalan era Quetzalan, es decir, lugar donde abundan los quetzales, aunque la acepción para Cuetzalan es manojo de plumas rojas con puntas azules preciosas sobre dos dientes, término asociado con el tributo que hacia el pueblo de Cuetzalan al imperio Tenochca.
En la ladera de la montaña, entre valles de fértiles terrazas, selvas de helechos gigantes donde habitan seres fantásticos, senderos que conducen a idílicas cascadas, grutas que se sumergen en el inframundo y pozas de un agua increíblemente transparente, se alza el Pueblo Mágico de Cuetzalan. El pueblo donde el hombre se transforma en pájaro y vuela. El pueblo que danza con sus quetzales, sus negritos y sus enmascarados payasos, el que se aferra al cerro con raíces de piedra. Muy cerca, en el sitio arqueológico de Yohualichan, queda el legado en piedra de los ancestros.
Cuetzalan se aferra al cerro con raíces de piedra.
Casonas blancas y rojas, de gruesos muros y anchos aleros. Por sus calles empinadas se extiende, desde la gran plaza principal, el tianguis dominical, sobreviviente de aquellos "días de plaza" en tiempos anteriores.
Días de trueque, de comercio, y también de contacto entre comunidades. Los domingos, hombres de blanco impoluto y mujeres también de blanco - o de negro, o de azul, según el pueblo - acuden a su cita ancestral en Cuetzalan. Café, bordados, flores, huaraches y alimentos en un ajetreo que sólo interrumpe el espectáculo sin igual de los voladores. Un momento verdaderamente mágico.
1. - Perderte en el colorido tianguis dominical, comprar los típicos bordados de la Sierra y sentir el vértigo de la espectacular danza de los voladores.
2. - Nadar en una poza de aguas cristalinas, bajo una cascada, en plena selva.
3. - Caminar por las calles serpenteantes del pueblo y fotografiar sus rincones más pintorescos, como la Iglesia de los Jarritos.
4. - Explorar las fascinantes grutas de los alrededores de Cuetzalan.
5. - Probar el aromático café y disfrutar del ambiente festivo en la Feria del Huipil y Feria del Café.