Documentos. Los archivos permanecieron durante nueve años en una bodega de las antiguas instalaciones de la Feria.
Otro sexenio está por terminar y la historia se repite: no se cuenta en Durango con una legislación en materia de archivos que obligue a un adecuado manejo y resguardo de los mismos, para consulta de todos, lo que permitió que se hicieran cambios repentinos del material documental que ha sido catalogado como "la memoria de Durango".
Se dice que no se puede pregonar que hay transparencia si no se cuenta siquiera con los mecanismos que hagan perdurar la documentación, para lo cual es necesaria una Ley de Archivos, sin embargo, desde hace más de una década este asunto ha sido desdeñado por gobiernos y legislaturas que han decidido posponerlo una y otra vez.
En el 2009, un año antes de que concluyera el anterior sexenio, se decidió mover el Archivo Estatal del exinternado Juana Villalobos (ahora Centro de Convenciones Bicentenario) a una bodega de las antiguas instalaciones de la Feria (donde era el Pabellón Artesanal), un espacio con techo de lámina que no contaba con las condiciones idóneas para resguardar la documentación.