Es verdad que vivimos la "Era del Deseo"; "poder tener todo lo que se quiera" es buen lema para la venta y el consumismo, medio con el que nos están esclavizando en un mundo materialista, donde tener y poseer es lo importante, ocultándonos que ser y compartir es el verdadero rumbo de la satisfacción y la felicidad.
Dicen los musulmanes que "se puede ver con el corazón", realidad que en el mundo occidental están tratando de ocultarnos, dejando de lado el afecto, amor, consideración, entrega, para dedicarnos al querer y desear, pasar por encima de los derechos de los demás hasta conseguir "lo nuestro" y quitar en vez de compartir.
Todo eso tiene que ver con otra palabra que nos disgusta escuchar: superficialidad, que se refiere a ver o juzgar "por encimita".
Analicemos la realidad mundial -La Laguna no está exenta- y lleguemos a nuestras propias conclusiones; le recuerdo que no tengo interés alguno por imponerle ideas, pero sí motivarle a reflexionar sobre hechos y circunstancias que nos afectan.
Economía: Vivimos un mundo donde la economía está basada en energía y producción; el petróleo como combustible para producir, impulsar, transportar, calentar o enfriar; el sistema económico es una maquinaria que requiere de fabricar y vender, para ofertar y consumir.
Unos invierten y son dueños del producto y otros laboran en las fábricas que producen, siendo sólo trabajadores de los propietarios. Los primeros se enriquecen con el trabajo de los segundos, quienes a su vez desean y compran con la paga que les entregan los productores.
Recuerde que el 80 % de las propiedades mundiales está en manos del 20 % de los humanos.
Educación: ¿cree que estamos recibiendo la adecuada en casa y escuela? Acusan a Porfirio Díaz de buscar el analfabetismo para tener control a partir de la ignorancia; la realidad es que fue el primer promotor de la escuela rural y le siguieron los grandes pensadores mexicanos.
Hoy día existen dos tipos de escuelas -simplificando al extremo-: las buenas y las malas; unas se dedican a instruir y enseñar, promoviendo las capacidades humanas para desarrollar algún trabajo; otras capacitan a seguidores de los que fueron educados y preparados para utilizar sus redes neuronales en pensar, crear, dirigir, producir.
En La Laguna, prácticamente no existen escuelas para formar líderes y abunda la presencia de comerciantes de la educación, que buscan ganar dinero con la instrucción insuficiente.
El principio de dominio es simple: el no preparado adecuadamente carece de alternativas para decidir entre uno u otro destino y el llamado tercer mundo está designado para operar, obedecer y por lo tanto no competir por los puestos donde se toman las decisiones. ¿Sabe quiénes son los propietarios de las universidades mexicanas, particularmente las que sirven en la región?
Nutrición: se dice que cada año se desperdicia el 10 % del alimento producido en el mundo, particularmente los cereales, destruidos para asegurar que el círculo de la economía.
Los países ricos son los mayores productores de basura y no la procesan adecuadamente.
La obesidad es una amenaza a la salud de los más pobres -como nosotros-, segunda causa de morbilidad y mortalidad. La Laguna tiene el primer lugar en obesidad nacional y la paradoja es que ¡somos gordos mal nutridos!
México es el paraíso de los productores de bebidas envasadas, gasificadas y azucaradas; somos grandes consumidores y el destino final del dinero es el extranjero.
Salud: El desarrollo de la tecnología médica, consecuencia de los grandes avances de la ciencia y sus descubrimientos, promete exterminar enfermedades como el cáncer o degenerativas como el Alzheimer; el inconveniente es su costo, sólo pagadero por los ricos.
Los habitantes de esos llamados "países en desarrollo" no sólo carecemos de posibilidad real de acceder a esos niveles de salud; somos quienes padecemos enfermedades que son causadas por la contaminación, sobrepoblación y pobreza.
Han incrementado los casos de enfermedades mentales como la depresión -ahora observamos el suicidio de niños a quienes sus papás les quitaron el teléfono celular- o Burned Out, -estar quemados mentalmente-, particularmente entre profesionistas jóvenes que luchen por obtener empleos que les generen ingresos para consumir.
Vivienda: cada vez más deshumanizada, en poblaciones que carecen de suficiencia en servicios públicos, que someten a sus pobladores a factores desencadenares de enfermedades por contaminación, hacinamiento, hasta su despersonalización.
Incluya la fe, creer y tener ilusión, esperanza.
Las instituciones religiosas están cada vez más distanciadas de los creyentes, dejando de cumplir con su función: ayudar a trascender por medio de la bondad. Con ello, quedamos en soledad y el individuo que pierde su gregarismo es fácilmente influenciable, controlable, esclavizable… vulnerable. ¿Estoy exagerando?
Ojalá que este "Diálogo" le ayude a generar intercambio de ideas con sus seres queridos y cercanos; sobre todo: haga sus propias conclusiones y signe compromisos con usted mismo. ¿Acepta?
ydarwich@ual.mx