Ricardo Barros, ministro de salud en Brasil habló ayer sobre la situación del zika en una conferencia de prensa.
Brasil anunció ayer que se han invertido 64.5 millones de reales (unos 18.8 millones de dólares) en la red de salud de Río de Janeiro ante la llegada de cerca de 500 mil turistas extranjeros para los Olímpicos y restó importancia a la polémica sobre el riesgo de contagio de zika durante el evento.
Esta millonaria inversión sirvió para comprar 146 nuevas ambulancias, disponer de 130 camas adicionales en las unidades federales de Río y contratar a 2,400 profesionales de salud, informó el ministro de Salud de Brasil, Ricardo Barros, ante la prensa internacional.
El ministro explicó que ya hay 3 mil profesionales combatiendo al Aedes aegypti (mosquito transmisor de los virus dengue, zika y chikunguña) en Río y 1,700 más capacitados para eventuales situaciones de "riesgos químicos y biológicos" durante el evento deportivo.
Barros restó importancia a la polémica abierta sobre el riesgo de contagio de zika durante los Juegos y aseguró que las posibilidades de contraer la enfermedad "son mínimas" y que Brasil ya está organizado para controlar los posibles casos de infección.
Basándose en unos estudios publicados recientemente por la Universidad de Cambridge, explicó que "la estimativa es menos de un caso entre 500 mil turistas" extranjeros, una cifra debida principalmente al descenso de la población de mosquitos previsto en el invierno austral y a las medidas tomadas por las autoridades brasileñas para eliminar al insecto.
Los casos de zika han caído un 87% este año en el país, aseguró Barros, pasando de los 16,059 casos en febrero a 2,053 en la primera semana de mayo.