En la década de los cincuenta las enfermedades de primera infancia, diarrea y neumonía eran las principales causas de muerte en el país. En la década de los noventa el cambio fue radical: enfermedades del corazón y condiciones como diabetes ocuparon los primeros lugares y se han mantenido en ese sitio.
A nivel mundial la preocupación por los altos índices de prevalencia de estas enfermedades son alarmantes por los millones de personas que las padecen, que mueren a causa de ellas y porque el panorama a futuro no es alentador.
El Informe Mundial sobre la Diabetes, de la Organización Mundial de la Salud reporta que hay 422 millones de personas en el mundo con diabetes y ese número se duplicará en 20 años.
Recientemente las autoridades mexicanas, en el marco del Día Mundial de la Diabetes, realizaron una declaratoria de emergencia epidemiológica por diabetes; la primera vez que se hace para una condición no infecciosa, subrayando la urgencia de tomar acciones para prevenir esta condición y promover un estilo de vida saludable.
El Centro de Opinión Pública de la Universidad Tecnológica de México, en colaboración con la Federación Mexicana de Diabetes, realizó una encuesta a 474 personas a nivel nacional para conocer su opinión sobre los hábitos que se tienen para llevar una vida saludable, con un enfoque en la prevención de diabetes.
Una de las aportaciones más interesantes de la encuesta es que permite identificar que esas prácticas cotidianas, que se realizan sin tomar en cuenta el vínculo entre ellas, tienen consecuencias en el estado de salud y hay poca disposición a tomar acciones preventivas en torno a condiciones como diabetes, sobrepeso u obesidad.
La encuesta reporta que 14% de los participantes dijeron tener diabetes (diagnosticada por un médico). A pesar de reconocer que es una condición grave, un tercio toma su tratamiento sólo cuando se siente mal y 68% no checa sus niveles de glucosa como debería; 32% de quien nunca mide su glucosa sostiene que no lo necesita, incluso desconoce cómo hacerlo.
El desconocimiento de la diabetes, sus síntomas, cuidados y consecuencias es, sin duda, uno de los aspectos prioritarios sobre los cuales debe trabajarse, así como estar conscientes de que alimentación, ejercicio y mantener un peso saludable, es fundamental.
Resulta imperativo trabajar sobre estas dos líneas porque la población que está siendo más afectada es joven, económicamente activa, y esa condición impacta seriamente la dinámica de la familia, su economía y la del país.
Investigadora del Centro de Opinión Pública Laureate México Colaboración especial
