Érase que se era en Suramérica un intento de independencia, que molestaba, porque era verdadero. Lo conformaban varios países con gobernantes de ambos sexos _buenos, malos o regulares_ decididos a dejar de ser esclavos de los ricos de los ricos, la máxima cabeza visible de que tienen siglos planeando adueñarse del último país del planeta y ser dueños totales de la humanidad.
Estos suramericanos habían levantado la cabeza contra los instrumentos que conocemos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, las Transnacionales y la gran Banca. Y estaban logrando algo unidos al otro grupo realmente poderoso del planeta, encabezado por los colosos China, Rusia e India que crearon el grupo de los BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, la del Gran Líder Mandela que finalmente, como el Gandhi de India, logró vencer al NOM.
Entre los países de América -que ya dejen los gringos de robarse hasta el nombre del continente, caramba- con mayor potencial por sus características territoriales, población y riqueza en general, y uno de los dueños de la Amazonia, el pulmón del mundo, Brasil sobresalía. Ya habían coqueteado con Lula de Silva, pero requerían una rendición en forma y como por añadidura son misóginos, se aprovecharon de Dilma Roussef.
Los países suramericanos que se le enfrentaron o enfrentan al NOM -ojalá se pueda hablar en presente aún- son la Argentina de los Kirchner, la Venezuela de Chávez-Maduro, la Bolivia de Evo Morales, el Ecuador de Correa y el Uruguay del respetable e inteligente José Mujica, "el presidente más pobre del Mundo" le llamó la BBC, el Chile de Michelle Bachelet, el Paraguay de Horacio Cartes, amigo de Rusia, ya han recibido cada cual su dosis de descrédito, amenazas y castigos y en países donde han impuesto sus peones. Pero Brasil, Dilma Rousseff, era la cereza del pastel. Y se la comieron los malditos, esperemos que de momento.
Hubo diputados que se opusieron al impeachment denunciando que el propio Cunha, "economista, político y locutor", que presidió la sesión del senado anti Dilma de este domingo, enfrenta cargos de corrupción y lavado de dinero, y está acusado de recibir hasta 40 millones de dólares de sobornos.- "¿Qué país es éste? Un hombre que debería estar en la cárcel quiere sacarle el poder a una presidenta, exclamó el diputado Silvio Costa, del partido laborista PRdoB refiriéndose a Cunha, a quien calificó de "canalla", "bandido" y "ladrón".
Según los datos aportados por le ONG Transparencia Brasil, al menos 303 de los 513 diputados que componen la Cámara de los Diputados estarían siendo investigados por algún tipo de delito, desde fraude hasta homicidio, mientras que en el Senado 49 de sus 81 miembros estarían actualmente bajo sospecha.
El eurodiputado de Izquierda Unida y vicepresidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Javier Couso. Dice "Se trata de un nuevo tipo de golpe de Estado aprovechando las argucias legales", apunta Couso.
De viaje por Europa me encontré a maestros brasileños que denostaron a Dilma: unos en un tren acompañados por un derechista bravucón con los que no quise hablar y una mujer sola que como yo esperaba en el cementerio del Père Lachaise en París que su familia viera la tumba de Jim Morrison para la que hay siempre cola. La coincidencia en las palabras, me olió mal. Se trataba obvio de una consigna gremial. "Los profesores podemos decir que Dilma es una ladrona".
EL ENVIADO DEL IMPERIO
El autor, o mejor dicho el enviado del imperio a destrozar al libre Mercosur, es John Kerry, secretario de Estado de Obama que ocupó el puesto de Hillary en el primer periodo. Kerry contendió por la presidencia contra el nefasto George W en su falsa segunda elección cuando el hijo de "Poppy", en un debate se puso un aparato en la espalda para que le soplaran lo que tenía que decir. Les recomiendo, lectores, el libro "Family Secrets", de Russ Baker, "La Dinastía Bush, el invisible gobierno y la historia de los últimos cincuenta años".
El Mercosur es ¿o era? un ejemplo peligroso para el mundo que no quiere ser esclavo del los gringos, que lo cubran de deudas y le roben sus materias primas para revendérselas caras después. Es el caso del crudo mexicano, refinado por los Bush. Salinas pactó con Poppy la entrega de nuestro petróleo y empezó por minar a Pemex negándose a construir refinerías dentro de México para darle el negocio a Texas, es decir a su amo Bush. Y hoy el país petrolero que fue México "importa" su gasolina y por eso la vende más cara en México que en Estados Unidos donde "quiere competir".
Kerry se fue "de compras" a Argentina y a Brasil, diría el finado Miguel Ángel Granados Chapa. Compras de presidentes. ¡Qué lástima que los inteligentes argentinos no se dieron cuenta a tiempo! ¿Y los brasileños?
Ah, pero los argentinos ahora tienen un grandísimo premio, vean esta perla: "Los argentinos podrán beneficiarse del programa Global Entry al ingresar a Estados Unidos, lo que les permitirá evitar las filas en los puestos de migraciones al hacer el trámite de entrada en máquinas electrónicas. Argentina, después de Colombia, es el segundo país de América del Sur con el que se lleva adelante este programa para viajeros que se trasladan con fines turísticos y de negocios".
En Brasil, un grupo de 8,000 expertos en Derecho, entre abogados y profesores universitarios, presentó este lunes un manifiesto conjunto denunciando el "golpe encubierto" a través de un 'impeachment' o moción de censura ilegítima contra la presidenta de la República de Brasil, Dilma Rousseff.
Evidentemente, las manifestaciones de Venezuela son la misma gata ni siquiera revolcada. El continente casi entero es patio trasero de ese "excepcional" país que es Estados Unidos como bien dicen tanto Hillary como El Trompas. También la Alemania nazi era y se ufanaba de ser excepcional. Con todo y todo Cuba se opone al golpe de Estado en Brasil.
¿QUÉ MOSCA LE PICÓ A PEÑA NIETO?
Salinas ya no funciona como papá "Maquiavelo". Televisa, el Alma Mater, menos, ya sabemos que sigue siendo como decía el papi Azcárraga "para jodidos" y lo último que le importa es la verdadera situación de los mexicanos pobres que son la mayoría. Le valen, ni siquiera les puso los Juegos Olímpicos en su televisión abierta, que es en realidad una puerta cerrada, pues las televisoras del Estado no llegan a los que no tienen TV por cable para los que Slim compró los derechos.
Pero el que según, una entrevista de Milenio fue el que pudo aconsejar el desaguisado de la invitación al "Trompas" - no me atrevo a decir de la megapendejada - fue Videgaray, el secretario de Hacienda, por temor a que Trump le dé en la torre al Tratado de Libre Comercio que produce los quien sabe empleos mexicanos que penden de ese TLC, que en 1994 lanzó Salinas, logrando el mundialmente famoso levantamiento de los chiapanecos bajo el genial pintoresco subcomandante Marcos.
Invitar al Trompas in-con-di-cio-nal-men-te fue ponerse la soga al cuello, muchachos. ¿Creyeron que lo iban a seducir porque "Noblesse Oblige"? No conoce la palabra. Al día siguiente en su discurso en Arizona - fue Hitler otra vez. Pero sólo logró alebrestar a sus gritones blancos. A los "latinos", como llama a los mexicoestadunidenses, con dos centavos de seso, los debió alejar de su voto, a los afroamericanos, también, porque el racismo es la única base de su discurso. Es un bastante ridículo candidato. Y a los que nos echamos el discurso completo por el Fox (news), no nos quedó duda. Es de quinta.
Pero esto no surgió nada más porque sí. Hace unas semanas el periodista Campbell Peña de Canal 11 lanzó un minilibro llamado, "Stop Trump", chiquito, pero informado y picosón, Lo vino a presentar a Acapulco y se empezó a difundir la opción de que, sin esperar que el gobierno lo hiciera, los mexicanos de aquí y de allá, le paráramos el alto al Trompas. Posiblemente hubo otros intentos, pero el caso es que el representante en Ciudad de México del Partido Republicano, Larry Rubin, se espantó y dijo que "Trump no es un peligro para México". ¿Recuerdan? Si el inmundo Calderón pudo robarle la elección de 2006 a López Obrador con esa cantilena, quizá también podría hacerle perder muchos votos a los republicanos, y fue a ver a Peña Nieto.
Lo peor fue cuando al final del discurso de Arizona subió al estrado a unas cuantas gordas, todas rubias y un par de pelones, que dijeron que los alienígenas les habían matado a algún familiar. No mencionaron ni nombre, ni fechas, ni nacionalidades, sólo de uno, un ruso. Le daban de besos a Trump y él los apapachaba. Eran poquísimos. Seguramente, muchos en el mundo podrían haberse juntado para denunciar a los aliens que iban a su país a matarlos. En Iraq (con q por favor) hubieran sido miles y miles.
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