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Discriminación

Diálogo

YAMIL DARWICH

La palabra discriminación se refiere al "trato diferente y perjudicial que se da a una persona por motivos de raza, sexo, ideas políticas, religión, sexo, etcétera."

Dialoguemos sobre el vergonzoso caso:

Hay dos ejemplos actuales de personajes populares discriminadores, del vecino del norte: El millonario -en dinero- y polítiquero Donald Trump y el Sheriff de Nuevo México, Joe Arpaio.

Ambos tienen en común su patológica fobia contra los latinoamericanos, particularmente mexicanos; creen que los inmigrados del sur "debieran ser deportados a sus países de origen"; y por su deficiente educación formal -o fingimiento de ignorancia- olvidan que buena parte del territorio norteamericano fue arrancado a México y alguna parte menor a Francia.

Los dos son un vivo ejemplo de pobreza ética; ellos rechazan cualquier señalamiento a su postura de barbarie, insistiendo en que hay diferencias entre los humanos. De hecho, Donald quiere que se construya una barda en la frontera con México; sería un monumento a la discriminación y estupidez, pretendiendo desconocer que los ilegales pasan por abajo, arriba o a través de las playas.

Debimos evolucionar con los siglos, hasta llegar a la Declaración de Independencia de EUA: "que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".

Luego de la Guerra Civil, -1865-, se escribió la Décimo Cuarta Enmienda, acabando con ella la legalidad de la esclavitud, aunque algunos ciudadanos propietarios de esclavos, plantaciones y fábricas no la atendieran de inicio.

Alguien debería ilustrar al par de personajes retrógrados, porque ellos no conocen la lucha por la libertad; recordémosla:

Conforme al mito hindú, los dioses crearon al mundo a partir de Púrusha; el sol de sus ojos, la luna con el cerebro, los sacerdotes -brahamanes- de su boca, los guerreros -chatrias- de sus brazos, los campesinos y mercaderes -vaishas- de sus muslos y los criados -shudrás- de sus piernas.

En China pensaban que la diosa Nü Wa, creó a los aristócratas de barro amarillo y a los plebeyos de tierra verde. En ambos casos, desde el inicio, se marcaron diferencias de clase.

Algunas etnias señalan diferencia por su color, caso de sudafricanos que insisten en menospreciar a los negros; otros por sus creencias, como cristianos y musulmanes; y algunos más por la fuerza de las armas, entre conquistadores y derrotados.

Los hay quienes piensan ser superiores genéticamente y buscan mejorar su "raza superior", como Hitler y sus ideas del supuesto origen ario.

Algunos llegan hasta el repudio de quienes no cumplen con sus tradiciones, como los judíos radicales que piensan que Yahvé así lo determinó. Curiosamente, entre menos mezcla de genes diferentes exista, mayores serán las enfermedades hereditarias. Recuerde a las monarquías europeas.

En el siglo XVI a XVIII, llegaron a América esclavos traídos de África; los consideraron inferiores, como a los indígenas, de quienes se atrevieron a suponer que no tenían alma. Algunos protestantes radicales aseguraban que eran hijos de Cam, nietos de Noé, que recibieron la maldición de la esclavitud.

El extremo llegó a presentarse en la Universidad de Mississippi, en 1958, cuando un juez lo declaró enfermo mental y ordenó la reclusión en un hospital para enfermos psiquiátricos a Clenon King, negro que pretendía realizar estudios universitarios.

Hay quienes piensan que relacionarse con clases sociales diferentes -consideradas de menor nivel- genera minusvalía y de eso tenemos algunos casos entre nuestros propios "aristócratas", que casan a los hijos con parejas con malos antecedentes, pero adinerados y aún quedan algunos que se creen de sangre azul e intentan hacer valer sus títulos nobiliarios, hasta renunciar al verdadero amor por conservar la supuesta posición social. El príncipe Eduardo VIII de Inglaterra fue una excepción, al renunciar a sus derechos reales por preferir casarse con la plebeya Wallis Simpson.

Hoy día existen minorías racistas retrógradas, que insisten en combatir a aquellos que pueden alterar su descendencia o su fortaleza territorial, como los Guardianes de la Frontera de EUA, herederos de la sanguinaria barbarie del Ku Klux Klan.

Así debimos sufrir siglos de evolución, hasta comprender la natural igualdad humana, aunque algunos despistados la rechazan; entre nosotros también existen los que se creen superiores biológicamente, aún cuando no lo demuestren con éxito, caso de hijos de extranjeros que no desean mezclar su etnia y hasta llegan a menospreciar al mexicano común y corriente. Algunos les llaman eufemísticamente "tuvos", porque su defensa emocional está en los antecedentes de su familia que "tuvo" dinero, propiedades y poder.

Siendo así, no se extrañe de que aún existan personajes antisociales, antinaturales y deshumanizados; a ellos habrá que mantenerlos lo más alejados posible y, dado el caso, combatirlos con el arma de la inteligencia, esa que no se compra con dinero. ¿qué piensa de esos loquillos?

Ydarwich@ual.mx

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