Djokovic y Murray se miden en la final de Roland Garros. (EFE)
A Novak Djokovic sólo le resta una frontera que superar para convertirse en el octavo mito del tenis en sumar los cuatro Grand Slam: ganar la final de Roland Garros, que hoy disputará ante Andy Murray.
Sólido número 1 del circuito masculino sin nadie que le haga sombra en los últimos años, Djokovic parece resuelto a entrar en un club en el que le aguardan Fred Perry, Donald Budge, Rod Laver, Roy Emerson, André Agassi, Roger Federer y Rafael Nadal.
Roland Garros se ha convertido en su obsesión y el serbio no ha ocultado que está en el centro de su punto de mira.
El año pasado lo rozó cuando destronó a Nadal en cuartos de final, pero finalmente tropezó contra un brillante Wawrinka en la final.
Djokovic puede así sumar su primer Roland Garros y declararse ganador de cuatro grandes consecutivos (los dos últimos de la pasada temporada y los dos primeros de ésta), lo que para unos supone ya el Grand Slam, algo que otros sólo consideran legítimo si se hace en el mismo año.
Murray, segunda raqueta del mundo, ha fortalecido su tenis, sobre todo cuando juega en tierra batida.
Murray disputará su décima final de un Grand Slam, donde cuenta con dos triunfos, el Abierto de Estados Unidos de 2012 y Wimbledon al año siguiente.
El británico sólo ha ganado 10 de los 33 duelos contra Djokovic.