Estados Unidos dejó patente desde el inicio su superioridad física en la pintura y dominó el rebote ofensivo. (AP)
Estados Unidos aprovechó su superioridad en la pintura y se ayudó de un encendido Klay Thompson para vencer ayer 82-76 a España en la primera semifinal del básquetbol en los Juegos Olímpicos de Río.
Los estadounidenses, que no pierden un partido oficial desde septiembre de 2006, cuando sucumbieron en semifinales del Mundial ante Grecia, hilvanaron su 75to juego invicto y sellaron el boleto a la final olímpica por tercera ocasión consecutiva, en la que enfrentarán mañana a Serbia, que aplastó 87-61 a Australia.
España se jugará el bronce el mismo día ante australianos.
Thompson anotó 22 puntos con serie de cuatro de ocho en triples por los vencedores, que también contaron con 14 unidades de Kevin Durant y 16 rebotes y cuatro tapones del pívot DeAndre Jordan.
"La final es donde queríamos estar. Lo venimos hablando todo el verano. Si jugamos con intensidad y pasión, no tendremos problemas", vaticinó Durant.
Pau Gasol fue el mejor para los españoles con 23 puntos y ocho rebotes. El armador Sergio Rodríguez le siguió con 11 unidades y cinco asistencias.
"(Los estadounidenses) no estuvieron tan bien como otras veces, pero nos superaron en el rebote ofensivo y esa fue la clave. No me sentía al cien por cien pero intenté darlo todo", comentó Gasol, esquivo sobre su futuro en la selección. "Sólo quedamos unos pocos de la 'generación de oro* y lo normal es que vayan saliendo otros".
"Ya sabíamos que igual nos tocaría jugar contra España al principio del torneo y siempre son competitivos", comentó el técnico estadounidense, Mike Krzyzewski. "Fue un partido muy duro y trabado, y ambos equipos tuvieron que hacer grandes jugadas, solo que los nuestros hicieron algunas de más. Jordan estuvo fenomenal e hizo trabajar a Gasol con su defensa y sus rebotes".
Era la quinta vez que España y Estados Unidos, finalistas de los dos últimos Juegos, se medían en una justa olímpica, y el balance ahora es favorable en cinco victorias para los estadounidenses.