Autoridades no cuentan con cifras del consumo de drogas en adolescentes. (ARCHIVO)
El narcomenudeo está atrapando a los adolescentes de Torreón. De enero a agosto de este año 306 menores fueron remitidos al Tribunal de Justicia Municipal por el consumo de drogas ilegales, es decir, entre uno y dos diarios.
Las autoridades no hablan de un aumento debido a que ni siquiera cuentan con cifras del consumo que hay entre los adolescentes, pero coinciden en que el problema se agudiza.
Torreón cuenta con un Comité Municipal Contra las Adicciones (Comca) que trabaja en el aspecto preventivo. "Desafortunadamente no solamente está (el problema de adicciones), si no que cada vez en edades más tempranas", dice Cristina Gómez, síndica y presidenta del Comca.
El trabajo que hace el Comité es sobre la Encuesta Nacional de Adicciones, que arroja datos por entidad y no hay un diagnóstico sobre la situación de la ciudad, por lo que las cifras de las dependencias no concuerdan entre sí.
Por ejemplo, de enero a agosto, el Tribunal de Justicia Municipal ha abierto 681 procedimientos administrativos a menores de edad . La mayoría cuentan con edades que van de los 15 a los 17 años.
De éstos, 612 (90 por ciento) consumen algún tipo de drogas. Y de esta cantidad, 306 consumen drogas ilegales, en su mayoría marihuana o inhalables.
Las cifras contrastan con las de la Dirección e Seguridad Pública Municipal. De enero a junio han atendido a 240 menores infractores: 66 de ellos por consumo de alcohol, 31 por consumo de inhalables, 29 por consumo de droga y 28 por grafiti.
Según el DIF Torreón, de enero a agosto han atendido a 485 menores que fueron canalizados por el Tribunal, pero no desglosa los atendidos por drogas.
El Centro de Integración Juvenil (CIJ) de julio del año pasado a agosto de este año, ha atendido a 300 jóvenes canalizados por el Tribunal de Justicia.
Rafael Mora, director de CIJ Torreón, dice si hay más consumo, es porque hay oferta suficiente, mientras que Jesús Jasso, presidente del Tribunal, señala que el problema no está sólo en los polígonos de pobreza, sino en todos lados y la diferencia estriba en "el precio en el que la compran".