¿Invierto en educación privada para mi hijo o aprovecho la educación pública?
(Parte I)
Lucía es una madre de familia preocupada por el futuro escolar de su hijo Carlitos, quien está por ingresar a preescolar. La señora, indecisa en si invertir en educación privada o inscribirlo en la escuela pública, pide opinión de amigos y vecinos, quienes, opinan por su experiencia tomando en cuenta factores como instalaciones, cercanía, maestros, entre otras. Por suerte, Lucía conoce a una educadora que trabaja en ambos sistemas y puede proporcionarle datos más fidedignos sobre los dos servicios. La interesada, quien no conoce a ciencia cierta el funcionamiento entre una oferta y otra, comienza con la primera pregunta: ¿qué es lo que distingue un jardín de niños público de uno privado? La respuesta no es sencilla. Son múltiples los factores que influyen para determinar qué esquema es más conveniente. Por lo que la educadora, responde a continuación enlistando diez diferencias que permitirán a Lucía tomar una decisión más acertada:
1. - Los horarios: En la escuela privada, la jornada escolar es más larga. A pesar de que el próximo ciclo escolar el jardín de niños público extenderá su horario una hora (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación [INEE], 2016), la oferta privada continúa ofreciendo mayor tiempo en el servicio diario. Generalmente, los preescolares privados inician jornada a las 8:00 horas para concluir a las 13:00 horas y algunos ofrecen servicio de estancia hasta las 16:00 horas. En los públicos, la atención para los infantes será de 9:00 a 13:00 horas, a menos que cuente con la asistencia de tiempo completo, lo que alarga el día hasta las 14:00 horas.
2. - Los días efectivos de clase: Aunque la escuela pública y privada se rigen por el calendario escolar de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que consta de 200 días (con opción este próximo ciclo de 185 días en algunas escuelas públicas que hayan elegido extender media hora su jornada diaria), en ocasiones, las educadoras de los jardines gubernamentales (especialmente aquellas que son a la vez directoras) deben ausentarse por reuniones con el colectivo escolar, requerimientos administrativos, asistencia a eventos de programas federales o sindicales, entre otros. Tal es así que la SEP (SEP, 2013), reconoció como área de oportunidad el cumplimiento de la Normalidad Mínima, concepto que engloba, entre otros aspectos, ofrecer el servicio educativo todos los días determinados por el calendario oficial. En cambio, el preescolar privado difícilmente suspenderá sus labores, a pesar de la ausencia de alguna docente por cualquiera que fuera el motivo, mediante un sistema inmediato de suplencias.
3. - Los libros: La Ley General de Educación señala que tanto el sistema público como privado deben acatar las disposiciones en materia pedagógica de los Planes y Programas de Estudio Oficiales vigentes, los cuales no establecen la utilización de materiales o útiles específicos. Sin embargo, los colegios suelen incluir libros de trabajo para los niños según su grado. Los acervos más solicitados por la escuela privada son aquellos diseñados para realizar trazos, aprender letras, números, inglés y de actividades integradas dentro de temas o unidades didácticas. Esto no significa que los preescolares públicos rechacen en su totalidad la utilización de libros, pero generalmente, son menos y recurren a recopilaciones engargoladas según lo propuesto por cada docente, así como al empleo del material "gratuito".
Estoy segura que estas tres primeras diferencias fueron información útil. Espere las próximas diferencias la siguiente semana. ¿Qué opinas? Comenta en Fbook:/Mtra.DanielaBermudez/