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EDUCAR ES AMAR

JUGUETES SIN GÉNERO

M.E. DANIELA BERMÚDEZ FLORES

De repente, me encuentro buscando por todo Torreón una figurita de acción. No es para un niño, es para mi sobrina. Aunque me vi tentada a comprarle otro personaje, ella fue muy clara en su carta a Santa: quiero un Spider-Man, un barco, una pelota azul y una paleta azul.

Para ser sincera, me agradaron sus peticiones. No es común que una niña de tres años solicite juguetes "para niños". Esto me hizo reflexionar sobre la apertura al cambio de las concepciones sociales vinculadas con el sexo masculino y femenino. Es decir, las características, habilidades, gustos, roles adjudicadas por la sociedad al hombre y a la mujer que no necesariamente están relacionadas con su constitución biológica.

Aunque a la edad de tres años, los prejuicios culturales y sociales aún son endebles y el niño está en proceso de construcción de su identidad, es necesario propiciar desde esta edad un pensamiento más libre sobre las imposiciones culturales relacionadas al género, sobre todo cuando éstas impacten en el desarrollo de habilidades de los niños y las niñas y su acceso a oportunidades de crecimiento (Secretaria de Educación Pública, SEP, 2009).

Tal vez, algunas ideas ligadas al género, como la designación de un color según el sexo (rosa femenino y azul masculino) no influyen en la adquisición de aprendizajes intelectuales o destrezas, pero la utilización de ciertos juguetes quizás si intervenga. Por ejemplo, el Plan de Estudios 2011 de Preescolar señala que "(c)omo consecuencia de los procesos de desarrollo y de las experiencias que viven al interactuar con su entorno, las niñas y los niños desarrollan nociones numéricas, espaciales y temporales que les permiten avanzar en la construcción de nociones matemáticas más complejas" (SEP, 2011, p.51). Entonces, si los varones juegan con objetos que les permiten calcular el movimiento provocado por un impacto al patear un balón, estimar distancias y velocidad al jugar carreras o empujar un carrito, agregar o quitar elementos al jugar canicas, probablemente el estigma de género en los juegos influya en el desarrollo de sus nociones matemáticas.

En una dinámica que realicé en enero de este año, pedí a mi grupo de segundo de preescolar, conformado por 21 alumnos, que trajeran los juguetes que habían recibido en Navidad. La mayoría de las niñas llevó muñecas, trastecitos y cosméticos. La mayoría de los niños llevó figuras de acción, carros, aviones y balones. Les pedí que compartieran sus juguetes. Cuando la curiosidad fue satisfecha entre el mismo sexo, cambié la consigna: ahora compartiremos los juguetes con el sexo opuesto. El resultado fue el siguiente:

Las niñas mostraron mayor resistencia para interactuar con juguetes de niños y permanecieron menos tiempo interesadas en el juego. Cabe mencionar que dos de 10 niñas se negaron a participar. Los niños mostraron sorpresa, pero accedieron más fácilmente a jugar con muñecas, trastes y artículos de cocina, no así con cosméticos. Ningún varón se negó a interactuar. El periodo de interés en el juego fue más prolongado en los niños. Aunque fue un experimento aislado y no lo he realizado nuevamente, las observaciones indican que existe mayor arraigo en las niñas sobre los estereotipos de género en este grupo escolar. El próximo enero llevaré a cabo la misma intervención en dos grupos de segundo de preescolar: uno de escuela privada y otro de escuela rural de zona periférica. Compararé observaciones.

Si bien, la influencia directa de ciertos juegos y juguetes para la progresión de nociones matemáticas o de lenguaje en los niños aun es una teoría, vale la pena exponer a los niños a toda clase de actividades lúdicas orientadas al desarrollo tanto de habilidades intelectuales, físicas y emocionales, como puede ser el juego de roles, simbólico, de simulación, físico, colaborativo, mental, entre otros. Con ello, evitaríamos la desigualdad en los aprendizajes como consecuencia de estereotipos de género.

Por tal motivo, recomiendo que promuevas en tus hijos el gusto y utilización de distintos juegos y juguetes, evites la polarización en los mensajes y comentarios sobre lo que es masculino y femenino, propicies su reflexión y permitas su libertad al elegir un juguete. Recuerda, un niño no deja de ser varón si juega con trastecitos y la niña no deja de ser mujer si prefiere arrastrar un cochecito.

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