Los liberados anoche son menores de 14 años, así como mujeres y hombres mayores de 55 años, informó este miércoles el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El grupo extremista Estado Islámico (EI) liberó a 270 de los 400 civiles secuestrados el pasado fin de semana cuando los yihadistas atacaron las zonas controladas por el régimen sirio en la ciudad de Deir Ezzor, en el este de Siria.
Los liberados anoche son menores de 14 años, así como mujeres y hombres mayores de 55 años, informó este miércoles el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que agregó que el EI retienen a 130 varones y mujeres, a quienes investiga para saber si tienen o no vínculos con el régimen sirio.
A los 130 secuestrados se suman 50 hombres que los yihadistas capturaron la víspera durante redadas en casas incautadas durante los combates en Al Baghaliyeh, al norte de la ciudad de Deir Ezzor.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, dijo que las personas que tengan vínculos con el régimen del presidente Bashar al Assad serán castigadas por los extremistas y las que no, deberán hacer un curso religioso basado en la interpretación del islam.
Expresó su temor de que los yihadistas ejecuten a los secuestrados, como ya hicieron durante su ofensiva del sábado pasado contra la ciudad de Deir Ezzor, capital de la provincia homónima, donde tomaron el control de Al Baghaliyeh.
El EI lanzó el sábado pasado una ofensiva contra los distritos bajo el control del régimen de Al Assad en Deir Ezzor y conquistó Al Baghaliyeh.
La agencia siria de noticias SANA reportó este miércoles que hasta el momento las fuerzas del gobierno han logrado repeler el avance sobre Deir Ezzor con la ayuda de los ataques aéreos rusos.
El OSDH destacó que aviones rusos han lanzado comida en las áreas bajo el dominio del régimen sirio.
El gobierno controla el aeropuerto militar de la capital y los barrios de Al Yura y Al Qusur, en el oeste de la ciudad, donde se calcula que hay entre 250 mil y 300 mil personas cercadas desde hace más de un año por los yihadistas.
El EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde conquistó zonas del norte y el centro de ambos países y un mes después avanzó por la provincia de Deir Ezzor, fronteriza con el territorio iraquí, donde se hizo con casi su dominio total.
