Precaria. Aseguran que la rentabilidad y productividad del frijol sigue siendo tan baja como hace 20 años.
IGNACIO EZPINOZA
El siglo de torreón
En virtud de que no existe un organismo público que produzca en cantidades suficientes las variedades de frijol desarrolladas para llevarlas a los productores, actualmente en Durango, el 80 por ciento de los campesinos que se dedica al cultivo de este grano carece de acceso a semilla mejorada.
Luego de hacer énfasis en lo anterior, el consultor de Mercados Agrícolas, Roberto Delgado Gallegos complementó que la competitividad de los productores de México contra los de Estados Unidos y Canadá sigue siendo negativa, debido a la falta de políticas públicas, programas y presupuesto para aplicar mejores tecnologías e insumos de producción que permitan incrementar los rendimientos.
En este contexto, el entrevistado destacó que la rentabilidad y productividad del frijol sigue siendo tan baja como hace 20 años, debido a que el Gobierno no ha asumido su responsabilidad de dotar de recursos a las instituciones y centros de investigación dedicadas al desarrollo de semillas con mayor rendimiento y resistencia a factores climáticos y fitosanitarios.
Sin embargo, el informante subrayó que lo más grave es que el Gobierno, en lugar de adquirir semilla certificada para apoyar a los productores, se presta a los negocios deshonestos de algunas empresas que acopian grano comercial a precios de 10 a 12 pesos por kilo, y se lo venden a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) como "semilla certificada" a precios de 30 a 35 pesos por kilo.
Denunció que este grano se les entrega cada año a los productores "para que mejoren sus rendimientos y calidad de su cosecha", pero al no ser una semilla de calidad, los rendimientos siguen siendo los mismos que hace 20 años, es decir, de 500 a 700 kilos por hectárea.
En este sentido, dijo el consultor, es necesario que la próxima administración estatal sancione a los funcionarios y empresas que defraudan año con año a los productores entregando semilla que no es de calidad, al amparo de programas de apoyo como el de Incentivos para Productores de Maíz y Frijol (Pimaf).
El siglo de torreón
