El camino hacia el arte
Una pintura a pesar de estar -en la mayoría de las ocasiones- en una superficie plana tiene características que hacen que el observador no sólo pueda apreciar un espacio carente de fondo, en otras ocasiones en el autor emplea estos recursos deliberadamente para dar en la obra énfasis a los elementos que la constituyen, este juego se realiza en función de lo que se pretenda expresar.
Sin embargo, es interesante observar como a lo largo de la historia el uso de la perspectiva ha tomado un papel relevante principalmente al tratarse de representar la realidad de la forma más fiel posible.
Es posible tomar como ejemplo primero las pinturas rupestres, cuya intención fundamental reside en mostrar elementos de la vida cotidiana, pese a que podría considerárseles con un grado de complejidad menor al que en realidad presentan por ello es necesario mencionar que expresan movimiento y cierto volumen en las formas.
Si se contrastan las pinturas rupestres con algunas de los egipcios podemos darnos cuenta de que en ese lapso hubo una evolución en la forma de plasmar dichos volúmenes, en estas se cuenta ya con el uso del escorzo es decir, partes del cuerpo están de frente al espectador. De esta manera se ha ido desarrollando la técnica, pero no sólo obedece a un proceso de ensayo mediante prueba y error, también representa el desarrollo en el pensamiento y la forma de percibir de la época.
Este proceso siguió su curso hasta tener en algunas obras representaciones casi fotográficas de la realidad y en lo que se pensaría que llegaba a la cúspide del perfeccionamiento de la técnica surge la ruptura, se presentan nuevas formar que no sólo pretenden copiar fragmentos de la realidad sus objetivos son diversos por lo cual la diversidad se hace presente.
Del mismo modo las maneras de las que se ha valido el artista para generar efectos visuales en su obra responden a una forma de percibir desarrollada a lo largo de años, la cual después de ser estudiada por las ciencias del comportamiento y también por las neurociencias, así han generado leyes o patrones en los cuales funciona.
La psicología ha hecho su aporte desde las leyes de la Gestalt, en ellas se encuentra una explicación de varios fenómenos relacionados con la forma en que percibimos y que hacen posible un recorrido visual más allá de una superficie plana.
Entre esas leyes se encuentra la forma en que agrupamos los objetos similares, ya sea por su tamaño o forma, también como siguiendo la dirección de ciertas líneas completamos figuras, la distinción de la figura y el fondo o la forma en que los objetos que están juntos tendemos a considerarlos como conjuntos.
Estos y otros patrones de percepción permiten al espectador distinguir cual es punto en el que el autor pretende centrar el énfasis, del mismo modo en que se pueden describir planos dentro de la obra, o distinguir que tipo de composición posee la obra según el acomodo de los elementos que la componen.
Básicamente estas leyes ayudan a entender el uso del espacio en la obra y con ello un mayor acercamiento a lo que está representado aunque también pone en perspectiva como vemos las cosas y que tan sensibles podemos ser en cuanto a descubrir detalles inmersos que pueden estar semiocultos por el juego de color, sombras o distancias.
El hecho de tratar de encontrar la aplicación de estos patrones en las pinturas es un ejercicio del cuidado hacia los detalles y son útiles para crear recorridos visuales más simples en obras de mayor complejidad.