El camino hacia el arte
¿Qué es el color? El resultado de un proceso de reflexión de ondas que impactan sobre nuestra percepción visual generando una secuencia de señales sobre el sistema nervioso sí, pero es también, un proceso más complejo de lo que aparenta y que puede ser explicado desde diferentes ámbitos, cada uno sustentado en causas, efectos, procesos neuroquímicos o físicos.
Sin embargo el color es de gran importancia en la vida no sólo de las personas, en la naturaleza puede significar la supervivencia o la pérdida de la vida, pero en la sociedad desde el punto de vista del ser humano, el uso del color tiene una transcendencia considerable, funge como guía de la vida cotidiana como podemos observarlo en la señalización de las calles o en aquello con que relacionamos ciertos colores.
En el caso del arte, el color constituye toda una teoría que responde al desarrollo en la forma de usarlo con fines artísticos, si bien podemos mencionar que dentro de la historia del arte hubo un antes y un después con el impresionismo fue en gran medida por el uso que hicieron éstos del color, lo emplearon de forma pura para que a la distancia las diferentes pinceladas crearan una mezcla de mayor vivacidad, un juego con el uso del color nuevo hasta ese momento y que derivó en duras críticas sobre el porqué la piel de una mujer parecía como si estuviera en descomposición cuando el realidad era el dinamismo de la luz y la sombra sobre la piel y que creaba diferentes tonalidades, en referencia a una pintura de Renoir.
Después de esto llegaron nuevas y diversas corrientes más osadas que tomaron el color como su bandera, que ya no pretendían guardar una relación con la representación de una realidad tal cual era concebida incluso aun en el impresionismo. Fauvistas, expresionistas y demás ismos que surgieron emplearon el color para impactar al espectador.
El expresionismo impacta con la energía de los colores que emplea, busca transgredir la realidad. Hay árboles azules y cielos verdes, no necesariamente sigue las proporciones de aquello que plasma, prácticamente los cuadros gritan la percepción de los artistas con respecto a su entorno.
En énfasis se centra en lo que genera en el espectador, que despierta en el interior de la persona cuadros como "El Cristo rojo" de Lovis Corinth al ver una imagen que no queda claro si lo que irradia es luz o sangre, o "Improvisación de un barranco" de Kandinsky en la cual el color se presenta como un vórtice, quizá estas obras parezcan incluso agresivas por llamarle de algún modo a la energía con la que están cargadas, hay otras por el contrario que denotan gran calidez como el caso de "Dama con chaqueta verde" de Macke, que por el tema nos podría recordar a los impresionistas, pero con una gama de colores distinta y con mayor contundencia.
El efecto que las obras de los expresionistas tienen en sus espectadores están colmadas de una carga emocional muy fuerte, pese a que cada persona las admira desde su subjetividad, la constante es el cuestionamiento hacia el canon de las bellas artes, lo que era considerado bello o las expectativas que debía cubrir una obra de arte, ya que en ellas podemos apreciar escenarios tranquilos y otros que exhalan desesperación, pero que en gran medida el color es el responsable de las emociones que emanan de sus trazos.
Un ejercicio interesante de realizar sería el de imaginar cualquiera de estas obras con otras tonalidades, el resultado sería muy distinto tanto en apariencia como en el efecto que producen los colores en nuestra vida, y como claro ejemplo la obra expresionista.
