El camino hacia el arte

"La belleza siempre está provocada por una obra que nos alivia o nos hace sentir felices de ser

Nosotros mismos".

J.D. Nasio

Definir algo por el mismo hecho de hacerlo implica ponerle límites, cosificarlo. Mantenerlo dentro de una concepción que puede resultar útil en términos explicativos, pero que corre el riesgo de que deje fuera de sí elementos y perspectivas más amplias del citado término.

En el caso de las artes, se puede recurrir a las definiciones para centrar la atención es aspectos que convengan según sea el interés de quien recurra a ellos, sin embargo puede haber existir consenso sobre una lo que son y lo que no son las artes, pese a que una idea enriquecida de ellos sea la que incorpore criterios personales.

Se pueden abrir debates sobre qué es lo que le compete al arte, pero uno de los razonamientos que usualmente salen a flote es verle como una forma de expresión. En dicho caso ¿Qué es lo que se quiere expresar? O ¿A quién se le quiere expresar eso? Sumados los motivos que lleven a una persona amostrar a un público una obra de su creación.

Estas cuestiones se entrelazan y crean un interesante puente que conecta la vida interna o la psique de autor con la del espectador. Esto pasa de un acto de mera contemplación a una relación dinámica e íntima entre quienes estén separados por distancia e incluso tiempo, pero que coinciden por medio de una obra.

Este fenómeno no ha pasado desapercibido por los estudiosos del comportamiento humano y la psique, por ello estos aspectos han sido sometidos a estudios para que haya más que solo conjeturas del papel que representan las artes en la vida de las personas. Desde la comunicación visual hasta el relacionarlas con la salud mental, si bien la vida de algunos artistas de renombre es conocida por episodios alejados de este ideal, situación que ha fomentado el prejuicio de relacionar las artes -como la pintura- con personas poco sanas mentalmente.

Sin embargo son más las investigaciones que ven correlacionarse la salud mental con el desarrollo artístico, así como el uso de la creatividad en aspectos prácticos de la vida. Desde el psicoanálisis el arte es el medio por el cual se sublima -transforma- las pulsiones agresivas en energía creadora. J. D. Nasio hace un énfasis en el aspecto de como el artista emplea sus recursos para resolver conflictos con el arte que crea, pero de igual modo quien aprecia la obra puede elaborar sus propios conflictos por el hecho de apreciar activamente.

Por otra parte, se ha considera el desarrollo artístico como una constante en la maduración de la personas, desde Lev Vygotsky se propone como parte de una forma natural de crecimiento que puede llevar a encontrarse con habilidades artísticas ampliamente desarrolladas. Actualmente Javier González García aborda el arte como una forma en la cual -nos alfabetizamos emocionalmente- aprendemos sobre emociones y comportamientos relacionados con ellas a través de cuentos, el cine y la música. Y denota gran relevancia en la lectura y los efectos que tiene sobre cuestiones tanto emocionales como académicas.

Con todo esto nos lleva a replantearnos la cuestión inicial, ¿Qué entendemos por arte? Es solo comunicar o lleva implícitos procesos más profundos como el trabajo de conflictos o incluso un camino para sentirse realizado. El panorama se torna más amplio cuando se ponen en cuestión estos aspectos de arte sobre las definiciones que limitan su campo.

¿Es posible decir que el arte es un capricho o una necesidad? Quizá tenga algo de ellos, pero no se queda únicamente en ese nivel, el arte es parte de artista es la esencia que le impregna desde su experiencia y que comparte con los demás. El arte no puede ser un mero capricho de elites o medio de auto-promoción. Va más allá de ello pero a su vez, va a la par de la humanidad.