El camino hacia el arte
Hablar del Muralismo en México es tocar temas políticos, históricos nacionales que se vieron enriquecidos por las vertientes de pensamiento que fluían con gran impacto alrededor del mundo. De manera que para tener un acercamiento con el muro que alberga esa obra de arte es necesario ubicarse en el país -tanto temporal como espacialmente- que vio la creación de esas monumentales piezas.
Se trata de una aventura a la cual en estos días sólo se puede acceder por la imaginación, pero que con ayuda de anécdotas y de lo que la historia guardó registro.
Del mismo modo al tratar sobre el muralismo se suele referirse a -los tres grandes- como máximos del movimiento, sin embargo es conveniente apuntar que otros artistas en diferentes momentos de la historia del arte en México tuvieron acercamientos al trabajo en este tipo de formato.
En esta ocasión el artista une sus ideales políticos a su obra, ya que no se puede entender el uno sin el otro. En el cual se rescata el valor de los pueblos así como el carácter social que esto representa, un arte que esté al alcance de todos, que nos contenga a todos y que su destino no sea estar confinado en una habitación y muestra un claro desprecio por la pintura de caballete, que no muestra las necesidades recónditas del colectivo. El mural contiene la problemática humana que no necesariamente tiene un orden narrativo.
David Alfaro Siqueiros es conocido por su obra que habla por el pueblo, ese pueblo que está representado en colores contrastantes y figuras bien definidas. Por mencionar unos ejemplos, se encuentra el mural de "Nueva Democracia", vemos figuras impactantes con los músculos tensos en un fondo obscuro que hace resaltar la piel que refleja la luz de la democracia. En otra obra, titulada "Madre Campesina" tenemos la imagen de una mujer que lleva en sus brazos a su hijo, ambos comparten un rostro de pesadez que acompañan con un andar acompasado lento y que diera la impresión de cansarlos aún más, un paisaje desértico es el fondo que nos presenta del mismo modo nos acerca a la desolación que se percibe en los rostros cabizbajos.
El impacto visual que genera en el espectador el percibir las imágenes resalta el carácter volver la mirada a aquellos de los que el arte se había olvidado y reemplazado por personas con poses poco naturales, exentos de la finitud humana.
Siqueiros realizó obra en diferentes partes del mundo así como en otras en las cuales expuso, a nivel nacional se cuenta con un acervo amplio entre muros y el Polyforum que es una innovación en cuanto al paso de un mural bidimensional a uno escultórico, además de la novedosa forma de pintar sobre metal en vez de al fresco, representa un espacio para el arte al que cualquier peatón tiene acceso.
La obra de Siqueiros reúne aspectos cruciales de la identidad mexicana, del mismo modo que pone en la perspectiva de su tiempo los ideales que pretendían alcanzar con la filosofía que compartían y rescata los aspectos que obviamos de nuestra cultura, les devuelve en su pintura la importancia y dignidad que la cotidianeidad va dejando de lado.
Es por ello que ver su obra y prestarle la atención que corresponde es un diálogo comunitario con el pueblo del que formamos parte y que pretende unir en vez de fragmentar aquello que nos hermana.
