El camino hacia el arte
— Susie Hodge
Los medios por los cuales el ser humano hace uso para lograr expresarse son variados e ingeniosos, ya que no sólo se vale del habla o la expresión corporal para manifestar ante el mundo exterior aquello que acontece en su mundo interno.
Esta peculiaridad lleva a tener dos puntos de vista con respecto al origen práctico de objetos o situaciones creadas por las personas y la parte estética que le corresponde. De ahí deriva una pregunta que puede tener un planteamiento algo complejo -¿Qué es arte y que corresponde al diseño practico?- si bien ambas comparten como punto intermedio al ser humano no están polarizadas, al contrario representan dos caras de la misma moneda ya que esta misma situación se discute con las creaciones del mundo antiguo. En algunos casos la belleza con la que cuenta la obra es indiscutible, en otros se cuestiona sobre los fines reales del objeto.
En la actualidad este dilema se sigue presentando, generalmente con el arte contemporáneo, naturalmente los cánones con los que es visto no pueden ser los mismos con los que veía el arte Académico y en parte es por ello que se le cuestiona sobre su calidad artística.
Pero el arte retoma los temas de la actualidad en la que fue creado primeramente porque fue obra de un sujeto de su tiempo con la percepción individual de aquel que vive en su tiempo y también de la parte que le corresponde como uno entre la sociedad en la cual se encuentra envuelto. Es decir, las creaciones tienen un mensaje doble: el del individuo y su grupo social.
Si reflexionamos sobre los objetos que empleamos cotidianamente de cómo podrían ser vistos dentro de unas cuantas décadas quizá reconsideraríamos su valor utilitario y artístico.
Por ello las impactantes pinturas rupestres que en su momento cumplían una función hoy invitan a fascinarse por una técnica que ha perdurado tanto tiempo o como obras pictóricas llenaban de valor a las personas para sentirse orgullosos de su nación o de prestar atención a los momentos fugaces que intentaban preservar.
Todo este preámbulo es más que sólo el contexto de la obra de la que se está tratando y que está hablando el autor, así en las palabras del él se mezclan los pensamientos de la sociedad misma. Ahí se vierten los miedos, las alegrías, deseos y todo aquello que las personas experimentan en su actualidad. Si las temáticas escandalizaban o creaban polémica no dista mucho de alguna exposición actual a lo que ocurrió con algún pintor de antaño al que tacharon de indecente o algo semejante.
Posiblemente no todos los objetos que actualmente empleamos no se vayan a convertir en una pieza única o de arte, pero sí dicen muchas cosas de aquello que somos como sociedad. Y sería interesante imaginar que en el futuro algunos estudiosos discutan sobre el valor útil y estético de alguna de nuestras pertenencias. Puede parecer algo fantasioso, pero entonces ¿qué es lo que ocurre en nuestro tiempo que queramos que vean mediante la distribución de nuestras ciudades y edificios, las piezas de arte o artesanías que se producen o incluso nuestras pertenencias?
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