Foto: Archivo Siglo Nuevo
A pesar de que en los últimos años el tema de la violencia de género ha logrado instalarse en la agenda mediática como un tema prioritario, aún falta mucho por hacer. La conmemoración del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Contra la Mujer, que tiene lugar el 25 de noviembre, al que siguen 16 días de activismo contra esta problemática, contribuyen a mantener vigente este asunto con el objetivo de sensibilizar y movilizar al público en todo el mundo para lograr un cambio.
México vive una crisis de violencia de género comprobada con datos estadísticos alarmantes, según ha señalado Wendy Figueroa, directora general de la Red Nacional de Refugios, tras asegurar que dos de tres mujeres viven violencia en el país.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Contra la Mujer, el pasado 25 de noviembre, Figueroa aseguró que en México sigue habiendo impunidad y no hay acceso a la justicia para las mujeres.
“Hay estados que no han instalado la alerta de violencia de género cuando es urgente instalarla”.
Como muestra de lo alarmante de la situación expuso el testimonio de una mujer que se acercó a la Red buscando apoyo hace siete años luego de que su exnovio la bañara en gasolina y le prendiera fuego.
La víctima refirió que cuando los vecinos se aproximaron por sus gritos, inicialmente se negaron a llevarla a un hospital. "Les pido ayuda (a los vecinos) y ellos me dicen que no podían porque se meterían en problemas", narró la mujer, quien finalmente logró convencer a un vecino de que la ayudara a buscar atención médica.
Relató que aun después del ataque su agresor permaneció cercano a ella hasta que presentó la denuncia correspondiente. "Con apoyo de mi familia y con apoyo de un refugio y una asociación logré tener la fuerza", abundó.
UNA RED DE APOYO
Figueroa puntualizó que en los refugios se tratan cinco formas principales de violencia: psicológica, física, sexual, económica (control de recursos) y patrimonial (posesión de los bienes). Pero mencionó también a la violencia obstétrica, que impide el acceso inmediato a servicios de salud.
La directora aseguró que la mayoría de las mujeres que se acercan a los refugios de la Red han sufrido más de uno de esos tipos de violencia, por lo que son víctimas de "violencias transversales".
La Red Nacional de Refugios surgió hace más de 16 años "como parte del sistema que necesitaba México para erradicar la violencia contra las mujeres", aseguró. Actualmente se conforma por organizaciones civiles y de gobierno con 33 refugios distribuidos en todo el país.
La atención a las víctimas se determina con base en "el nivel de riesgo que vive la mujer y el nivel de la peligrosidad de su agresor".
El "nivel de peligrosidad alto" se determina cuando el agresor posee armas blancas o de fuego, es parte del crimen organizado o de bandas delictivas, es alcohólico, ha puesto a la víctima en eventos de violencia hasta la hospitalización, o es una persona de influencia política o judicial.
También son recibidas las víctimas que "no cuentan con redes de apoyo". La Red "no solo busca reparar el daño", por lo que además de apoyo para salir de situaciones de violencia también otorga a las mujeres atención "posrrefugio" como forma de ayuda para terminar con la dependencia económica que tienen respecto de sus agresores, indicó la defensora.
URGE UNA POLÍTICA PÚBLICA
Resaltó que para las víctimas de violencia de género es necesario implementar una política de Estado posrrefugio, de fomento económico y de acceso a la salud.
También consideró necesario hacer cambios en el trato a las mujeres en espacios públicos, laborales y de atención a las víctimas de violencia.
De acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), 63 de cada 100 mujeres mexicanas de 15 años y más experimentaron al menos un acto de violencia emocional, física, sexual, económica y/o patrimonial en 2011, así como discriminación laboral.
Además aseguró que de los fallecimientos de mujeres de 15 a 29 años en 2015, 10 por ciento fueron por homicidio, representando la primera causa de muerte en este grupo de edad.
LA PERSPECTIVA DEL EJECUTIVO
Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto, también en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, hizo un llamado a la sociedad a eliminar el machismo en todas sus expresiones y aseguró que su administración trabaja en ello.
Según declaró, hay tres tareas que desarrolla su gobierno que, consideró, debe respaldar la sociedad para proteger a las mujeres: apoyar al empoderamiento económico de las mujeres, a fin de que sean independientes y despejen el temor a dejar el espacio de violencia; erradicar la violencia de género y lograr una sana convivencia entre personas, especialmente en el hogar.
Llamó a las mujeres a “estar decididas” a poner un alto y decir “ya basta” a la violencia. “No permitan que sean ustedes víctimas de la violencia, estén resueltas a decir basta... y a los hombres que se pasan de la raya deténganse, detengan su actuar violento”, declaró.
Advirtió que de este esfuerzo colectivo entre gobierno y sociedad depende que se pueda modelar una mejor nación a través de una cultura de amplio respeto a las mujeres.
El titular del Ejecutivo federal indicó que las diferentes dependencias implementan programas para acompañar el desarrollo de las mujeres como créditos más baratos, apoyos agrarios o evitando el hacinamiento mediante la construcción de casas de al menos dos habitaciones a cargo de la Sedatu con un “cuarto rosa”.
Agregó que además los 44 Consulados de México en Estados Unidos tienen ventanillas únicas para atender a mujeres migrantes para asesorarles. Advirtió que del mismo modo está en marcha el Sistema de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer y la SEP cuenta con un programa de convivencia escolar “para sembrar esta nueva cultura”.
FALTA MUCHO POR HACER
Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), comentó que aunque las acciones se han incrementado se tiene que reconocer que los retos aún persisten, que aún hay mucho por hacer y un largo camino por recorrer.
“Es imprescindible un cambio estructural y cultural; un cambio hacia la civilidad y el respeto; un cambio que ponga los derechos humanos por encima de las conductas misóginas y violentas, lo que precisa diversificar los usos de herramientas como la educación y la comunicación”, dijo.
Expresó que aplicar las medidas preventivas en todo el país para combatir la violencia es una acción urgente y necesaria, “pero sobre todo es cumplir con la obligación que tenemos como Estado de garantizar una vida libre de violencia contra las mujeres y las niñas”. Asentó que las acciones deben llegar para quedarse.