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El enemigo silencioso

Escuda a tu bebé del calor

El enemigo silencioso

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Cristina Garza

Si pensáramos en una característica que nos identificara como región, sin duda una de las principales de la lista sería el calor. La Comarca Lagunera es una de las zonas del país más afectadas por el aumento de la temperatura en verano, por lo cual, éste es un período arduo para sus habitantes, en especial los más pequeños.

Se estima que de forma anual se presentan alrededor de mil 200 casos de golpe de calor a nivel nacional, 15 de los cuales llegan a ser mortales de acuerdo a la Secretaría de Salud.

A pesar de que estás cifras no parecen ser desmesuradas, hasta hace unos años Torreón se situaba como el primer lugar en casos de cáncer de piel a nivel nacional. Asimismo, en el pasado esta enfermedad era usualmente detectada en personas mayores a los 50 años y en la actualidad es observable desde edades tempranas.

Los más pequeños del hogar y en especial los bebés, son la población más vulnerable a los efectos del calor junto con los adultos mayores. Así que para que estos días no te agarren desprevenida, te presentamos una pequeña guía sobre todos los cuidados que debes de tener con tu bebé frente al clima de la Comarca y cuáles son las afectaciones a su salud que deberás detectar.

Piel de bebé

Entre la piel de un niño y la piel de un adulto, hay diferencias estructurales muy importantes, inclusive entre la piel de un bebé y la de un recién nacido, se presenta cierta disparidad debido al nivel de madurez que tienen.

La piel es un órgano dinámico que nos permite interactuar con el entorno, entre sus funciones se pueden mencionar la de protección ante infecciones, sensibilidad ante las sensaciones, defensa cuando atrapan los antígenos y con ellos se defienden, y tal vez una de las más importantes que es la termo regulación.

De acuerdo al especialista en dermatología pediatra, el doctor Luis Carlos Arroyo Quintana, la piel cumple con las importantes tareas de regular la temperatura interna del cuerpo y protegernos de los rayos ultravioleta.

Es por esta razón que para comenzar a entender como funciona la temperatura de tu bebé, tenemos que partir desde el órgano más grande que tenemos, la piel.

“Para saber que un niño tiene calor, normalmente no lo vamos a ver que sude, sobre todo si el bebé es muy pequeño; porque el desarrollo de las glándulas sudoriparas no es completo”, comenta el doctor Luis Arroyo Quintana.

Su similar termómetro

Cuando el calor comienza a causar estragos en el pequeño se puede detectar mediante su estado emocional, va a estar inquieto, puede llorar y manifestar su deseo de comer. En un bebé mayor, estamos hablando de un lactante de los tres o cuatro meses en adelante, las glándulas sudoriparas ya comienzan a madurar, entonces el área donde se puede detectar el calor es en la espalda y sobre todo en la nuca.

La sudoración va a ser una señal de confirmación de que su temperatura está aumentando y que se le tiene que comenzar a ofrecer líquido.

De acuerdo al sitio Serpadres.es un bebé puede sentir calor de la misma manera que sus padres y los sitios donde se manifiesta usualmente son la cabeza, las axilas, el cuello, la espalda, las partes cubiertas por el pañal y los pliegues de las piernas.

En el caso de los recién nacidos, se puede llegar a notar que las manos y los pies están fríos, pero no significa que su temperatura esté disminuyendo, por el contrario, se deberá observar que no esté inquieto y habrá que ofrecerle leche materna o de fórmula.

Una recomendación que hace el sitio especializado en bebés es que no se debe de abrigar más al bebé de lo que te abrigarías tú, sin embargo, eso significa que no hay que llegar a los excesos al momento de cubrirlo.

Dentro del vientre, tu hijo(a) se encontraba a una temperatura de 37 grados centígrados, al salir se encontró con un cambio brusco de temperatura de aproximadamente 10 grados menos. Por lo tanto, no se debe dejar que permanezca bajo una corriente y mucho menos que duerma con ventilación.

“Para los bebés de seis meses a un año o un niño(a) de 1 a 3 años, generalmente hay que mantener la habitación en una temperatura fresca de entre 26 y 27 grados en promedio”, recomienda el doctor Luis Arroyo Quintana.

Según el especialista se debe procurar que duerman destapados pero con ropas ligeras. Los niños brincan, corren y juegan, por lo tanto hay que estarles ofreciendo agua para que su mecanismo de termo regulación funcione correctamente y la sudoración pueda dar equilibrio a la temperatura interna.

Disfruta el verano, desde la sombra

El sol es vida y en el caso de los más pequeños les proporciona la vitamina D necesaria para crecer sanamente, pero como en todo, el exceso es altamente perjudicial para la salud.

Las irritaciones, la deshidratación y las quemaduras solares son algunas de las consecuencias más comunes de la exposición prolongada en los pequeños.

“No debemos exponer a los niños en las horas de mayor radiación o intensidad de calor, en promedio entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde”, advierte el doctor Luis Arroyo Quintana.

A pesar de estos límites, las situación ha cambiado con el pasar de los años y ahora desde tempranas horas se puede presentar una radiación alta en la Laguna.

En el último mes el índice ultravioleta ha variado entre 12.4 y 13.6, que nos coloca en un nivel extremo de radiación. “A los niños menores de seis meses no se les debe de exponer en absoluto al sol (…) y los puedes sacar al exterior por períodos cortos de 15 o máximo 30 minutos”, indica el doctor Arroyo Quintana.

El dermatólogo también advierte que hay que poner mucha atención de donde se coloca a los niños, ya que en ocasiones los rayos UV rebotan como en el caso de las playas, “muchas veces se ha visto que en la playa tienen a los bebés debajo de una sombrilla, pero eso no es suficiente ya que éstos rebotan en el agua y el arena, y siguen dañando al bebé”.

Lo mismo sucede en la ciudad, se debe de cuidar en todo momento donde se tiene a los bebés y procurar traerlos con ropa de alguna fibra como de algodón, manga larga, pantalón y con sombrero, todo esto para cubrirlos en la medida de lo posible.

Para los niños mayores de seis meses también de debe de evitar la exposición directa al sol, pero para ellos existen los filtros y los protectores solares. Estas pantallas contienen sustancias como el dióxido de titanio, oxido de zinc y otros productos que van a evitar la penetración de los rayos ultravioleta en la piel. “Ya en el mercado están saliendo productos que traen la combinación para esas edades de filtro y pantallas; bloquean la luz visible y la radiación, lo que llegara a entrar se dispersa con los filtros”, agrega el especialista.

Hay que recordar que en niños menores a los seis meses no se deben de utilizar los filtros solares ya que son sustancias químicas y la piel del bebé es 3 veces más delgada que la de un niño más grande.

Los efectos en su salud

Como se mencionaba con anterioridad, los efectos más comunes en un bebé de la exposición prolongada al calor son la deshidratación, las irritaciones y las quemaduras.

Normalmente los adultos tomamos agua cuando nos da sed y esto es una señal de que ya existe cierto grado de deshidratación en nuestro organismo, pero en los bebés no sucede lo mismo.

“A los bebés y a los niños hay que estarles ofreciendo agua en pequeños sorbos cuando estén jugando o en la casa, de esta manera se mantienen hidratados todo el tiempo”, aconseja el doctor Luis Arroyo Quintana.

Es indispensable que los padres se mantengan al pendiente, especialmente cuando se está de paseo, en una piñata o en otro evento social en el que la situación hace que tanto el pequeño como el adulto se olviden de tomar líquidos.

El agua simple o embotellada es la mejor opción, ya que según el doctor Arroyo Quintana, los refrescos solo se deben de ofrecer como aperitivo. El suero es otra de las opciones, se puede combinar si el calor es muy intenso. Solo en caso de diarrea o vómito es cuando se podrá sustituir el agua con suero únicamente, porque si no hay actividad donde pierda las sales, tampoco es conveniente.

Hay ocasiones en que los padres tienen acceso a bebidas hidratantes como el Getorade, pero debido a la concentración de sales dirigidas para un consumidor adulto, está contraindicado. “Si es un par de tragos no pasa nada, pero hay gente que lo hace rutinariamente; ahí si hay peligro por sobrecarga de sales”, opina el especialista.

Los síntomas de una deshidratación en tu bebé serán irritabilidad, ojos hundidos, llanto sin lágrimas, mucha sed, labios y lengua secos, fiebre, vómito, dificultad para respirar y posible diarrea.

Por otro lado, las irritaciones son más sencillas de detectar. Pueden presentarse como ampollas, dermatitis del pañal y sudamina.

En cualquiera de los casos la piel puede llegar a despulirse y quedar propensa a contaminarse con los gérmenes de la orina o del excremento, y ahí es cuando se convierten en lesiones por hongo o bacterianas.

El doctor Luis Arroyo Quintana comenta que esa es una de las razones por las cuales se insiste en el cambio frecuente del pañal y en el aseo adecuado. Además, se insta a no abusar de las toallitas limpiadoras húmedas, “es mejor una toalla con simple agua, que esas que contienen productos”.

Esta indicación está dirigida principalmente a los bebés con pieles muy sensibles, a quienes el dermatólogo les sugiere el uso de productos o preparaciones a base de avena (pastas, talcos, etc.).

En el caso de la sudamina, una erupción cutánea producida por la obstrucción de los poros de las glándulas sudoríparas, la retención de líquidos es la principal causa. La erupción transparente o cristalina es una de las primeras señales y sucede en las zonas expuestas a una cantidad considerable de calor o a una quemadura solar.

El bebé puede llegar a mostrar picor y rojez en las zonas donde comúnmente hay sudoración como las axilas, los huecos de los codos, la cintura y el tórax.

Finalmente, las quemaduras solares son identificables cuando la piel se enrojece y los pequeños sienten una necesidad de rascarse; en casos más graves habrá ampollas e incluso fiebre.

Lo primero que deberás de hacer en este caso es hidratar a tu bebé de forma sistémica, es decir, de forma oral. Después podrás aplicar compresas frescas, cuidando siempre que las ampollas no se revienten.

Si la quemadura es importante hay que consultar a un médico de forma inmediata, pero algo que se podrá hacer para disminuir las molestias es aplicar agua y una capa de vaselinado o after sun, con el cual se protege la piel de un daño aún mayor. “Si la quemadura es importante, hay que buscar ayuda de un médico para ver la profundidad y la extensión, pero generalmente hay que mantenerlo hidratado y cubierto”, indica el dermatólogo Arroyo Quintana.

El riesgo de un golpe de calor

En alguna ocasión habremos escuchado a alguien decir que se insoló, esto no es de sorprenderse con las temperaturas que experimentamos los laguneros, sin embargo puede que estemos alejados de lo que realmente implica una insolación, mejor conocida como golpe de calor.

En primera instancia el doctor Luis Arroyo Quintana aclara que hay una gran diferencia entre el golpe de calor y el agotamiento por calor, que es lo que la mayoría llega a experimentar.

El agotamiento es identificable por el cansancio que padece el paciente, la sudoración profusa y fría, las nauseas, el mareo y la debilidad. “es una forma entre leve y moderada del efecto del calor, generalmente no es súbita y es por la exposición prolongada al sol”, expone el especialista.

En cambio, el golpe de calor es un efecto grave de las altas temperaturas que de no ser tratado, puede llegar a ser mortal. Se reconoce en las personas a las que les aumenta la temperatura, tienen la piel roja y caliente, no muestran signos de sudoración, tienen trastornos serios de tipo neurológico como obnubilación, visión borrosa y pérdida de conciencia.

En los bebés un golpe de calor es en extremo peligroso y se debe de actuar con inmediatez una vez que se manifiesta. Cuando un bebé está agobiado por el calor basta con ponerlo en un ambiente fresco, descubrirlo, hidratarlo con líquidos a temperatura ambiente y poco a poco se ira recuperando, con simple reposo. Pero en el caso del golpe de calor, ahí hay dos tendencias de acuerdo al doctor Arroyo Quintana, “unos dicen que hay que refrescarlo, ponerle mantas húmedas o meterlo en algo que le baje la temperatura en forma rápida. Mojas unas sábanas o lo metes al agua templada y le pones compresas, para que por medio de la piel se pierda el calor interno”.

La otra pauta es no darles mucho líquido, se les debe de dar en sorbos pequeños porque no se deben de chocar. Hay una falla mecánica por el sobrecalentamiento interior y con grandes cantidades de agua puede “tronar la máquina”, según el especialista.

“Yo lo asocio más a que se parezca a la palabra insolación grave. El paciente se pone pálido , se cansa, puede tener calambres, respiración acelerada y poco profunda, nauseas y vómito”, opina el doctor Arroyo Quintana.

La recomendación en estos casos es evitar el alcohol y la cafeína, mantenerse en un ambiente fresco, tomar un baño y asistir a a un centro de atención médica si las molestias no ceden, especialmente con los bebés.

El agua y los bebés

Se tiene la idea de que el baño constante está peleado con la salud de la piel, sobre todo cuando se trata de bebés, que en ocasiones permanecen días sin ser bañados. La realidad es que los químicos en los productos de baño son los principales causantes de esta común indicación, pero el doctor Luis Carlos Arroyo Quintana sostiene desde su calidad de especialista en dermatología, que un bebé puede ser bañado dos veces por día en condiciones de calor extremo.

“Los niños se tienen que bañar dos veces al día, una con una barra para bebé que tenga muy poco detergente y otra ocasión sin nada de químicos”, recomienda Arroyo Quintana.

Se puede optar por meter al bebé en la tina por 10 o 15 minutos, todo esto ayudará a que la piel absorba agua y al refrescarse, también mantiene un equilibrio interno.

Algunos de nosotros optamos por “zambullirnos” en la alberca con los pequeños para refrescarnos en los días de altas temperaturas, sin embargo, hay aspectos importantes que deben tomarse en consideración.

El principal es la higiene de la alberca, que tan contaminada está y que tan bien o mal tratada está el agua. Si las condiciones químicas están bien, no va a pasar nada. “Lo que hay que hacer después de la alberca o el mar es bañarlos con agua clara o corriente, se les lava y se les pone crema”, indica el especialista.

La piel tiene su manto ácido, una capa de grasa con un PH ácido entre 4.5 y 5 que la protege, al entrar en contacto con el agua esta capa se barre y deja a la piel vulnerable. Los niños y adultos en general recuperan esa barrera en unas cuantas horas, por eso se insiste en la aplicación de la crema, pero cuando se trata de personas con piel seca o alérgicos, el proceso es más tardado.

Así que ya sabes, la próxima vez que quieras divertirte con tus hijos en la alberca, solo debes de tomar las precauciones debidas para protegerlos.

Cuídalo de mezclas tóxicas

Una de las causas principales de la irritación en la piel es la ropa que usas, así como lo oyes, en pieles sensibles el uso de jeans o ropa muy sintética puede ser un factor determinante para la que las molestias en la piel se hagan presentes.

Pero más allá de los materiales de las prendas, toda la problemática puede tener origen en el momento del lavado.

Los suavizantes son uno de los elementos que se deben de evitar según el doctor Luis Arroyo Quintana, ya que contienen elementos que al momento en que una persona suda, generan una reacción química.

Para prevenir los efectos adversos del calor, los químicos del lavado y el sudor, el doctor Arroyo Quintana recomienda optar por el lavado de la ropa del bebé con vinagre blanco.

“Se lava la ropa con un detergente suave, no se usa suavizante, se mete la ropa en remojo con vinagre blanco, sobre todo para la gente que tiene problemas de piel”, comenta el especialista.

El vinagre blanco tiene la función de suavizar la prenda, fijar los color, desinfectarla, quitarle los químicos y es económico. Una vez que se ha remojado la ropa en el vinagre blanco, basta con dejarla secar y estará lista.

Recomendaciones ante el agotamiento por calor

- Tomar bebidas frías y sin alcohol

- Bañarse con agua tibia

- Descansar con ropa ligera en un lugar fresco (con colores claros)

- Buscar atención médica

- Elegir las primeras horas del día para hacer ejercicio y actividades

- No dejar a niños y adultos mayores dentro del auto

¿Cómo debes vestirlo?

Tanto el adulto como un bebé deben de estar cubiertos por una capa de ropa si van a estar expuestos al sol, es por esta razón que vestir a tus pequeños con camisas sin manga está desaconsejado.

Un niño(a) deberá llevar ropa cómoda, no muy ajustada, que le permita el movimiento y sobre todo la libre transpiración.

Solo en caso de que tu bebé presente problemas de piel es cuando se tendrá que poner atención en los tipos de fibra, pero en la mayoría de los casos, el algodón es la opción predilecta. Los sombreros y las mangas largas serán indispensables para cualquier época del año.

Recomendaciones ante la insolación o golpe de calor

- Buscar un lugar acondicionado y protegerse del sol

- Bañarse con agua a temperatura ambiente o mojarse la cabeza

- Humedecerse con una toalla o esponja mojada

- No consumir bebidas alcohólicas

- Buscar atención médica

- Evitar la exposición al sol en las horas de mayor radiación

Fuentes

www.gob.mx, www.tutiempo.net, bebe.doctissimo.es, www.nl.gob.mx

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